Shines Over: The Damned | Reseña

Crear juegos de terror sé que no ha de ser cosa fácil ni mucho menos enchiladas, seguramente ha de costar mucho trabajo idear mecánicas que generen tensión en el usuario que abran paso a la expectativa y después o nos asusten bien o solo nos dejen con ese terror psicológico y en realidad no pasa nada. Pero que nomás nos avienten caras horrorosas o gritos para provocarnos sobresaltos, es la manera más chafa de provocar terror. ¿Qué les cuesta pensar en algo más que screamers? No, al parecer cuando una producción carece de entendimiento en el terror verdadero se va a espantar a la gente y ahí es donde la puerca tuerce el rabo. Pero vayámonos más a detalle del juego que nos toca hoy reseñar, Shines Over: The Damned.

La aventura es como una pesadilla donde un perrito nos guiará por un pequeño rato hacia una senda llena de “rompecabezas” para seguir avanzando en la historia y entre las ruinas que emulan el escenario en nuestra mente, estos puzles consisten en saltar sobre piedras que desaparecen, esquivar aves, agarrar objetos que la única intención que tienen es la de espantarnos con cinemáticas sorpresivas y de vez en cuando recolectar orbes que solo nos liberarán trofeos pero que no tienen ningún uso real en el juego.

Shines Over: The Damned cuenta con una atmósfera sumamente tétrica por los sonidos, la poca iluminación y que conforme uno va pasando el juego, cuya duración es pequeñísima, se va olvidando del miedo y más bien se preocupa por llegar a las cinemáticas que parecieran más bien modelos que están ahí sin movimiento pero que con la animación de la cámara ya pareciera que tienen vida, pero en realidad son pequeños videos que no aportan casi nada a la historia sino por el contrario meten más confusión, y que a veces sirven para asustarnos ya que los rompecabezas del juego no tienen lo suficiente para mantenernos interesados y en realidad son solo pruebas para “retarnos” a terminar el juego aunque honestamente nunca me sentí tentado ni interesado en continuar, todo el avance que logré –y sí lo terminé- era para tener suficiente material para hacer la reseña y convencerme de que no tiene mucho que ofrecer, y que el terror solamente está en los gritos y sombrerazos, y no en lo psicológico ni en imaginarnos cosas que de verdad nos tengan en un hilo.

Los gráficos de Shines Over: The Damned van de buenos a regulares, y me refiero a “buenos” cuando inicia la historia pero van degradándose como si se hubiese aburrido el diseñador del juego, porque las cinemáticas sí dejan mucho que desear, ya que no solo carecen de animación bien realizada sino que las texturas y animaciones acartonadas es lo que más se puede destacar. En el juego algunos modelos de objetos se ven bien, otros parecen diseñados al aventón y aunque algunos efectos tienen cierta calidad, en general el diseño es bastante pobre y la fluidez de movimiento a veces resulta limitada por lo que será fácil perder o morir, lo cual solo les bloqueará trofeos en una lista que es fácil pero se torna complicada si no dominamos las extrañas físicas del juego.

VEREDICTO

El juego se termina en unas dos horas a lo mucho, y quizá obtener todos los logros en unas tres horas como máximo teniendo mucho cuidado de no perecer ante las pruebas poco pensadas, así que pagar por una aventura que no tiene tanta rejugabilidad para mí sería una irresponsabilidad, así que mejor busquen entre todas las opciones de juegos de terror que les hemos traído en Kopodo y aténganse a ellos, pues usar su dinero en esta opción, no es opción. O inténtelo y arrepiéntanse un poco de su decisión. Pero piénsenlo mucho.

Shines Over: The Damned está disponible en PlayStation 5.

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