NACON y Eko Software traen por vez primera para los fans de los juegos de acción con vista superior y hack & slash, Warhammer: Chaosbane, un título publicado originalmente en PlayStation 4, Xbox One y PC en Steam, y que con el paso del tiempo fue recibiendo varios contenidos en DLC, así como las Magnus Edition y Digital Deluxe Edition. Asimismo, el juego ahora está disponible en PlayStation 5 y Xbox Series X|S bajo el título de Warhammer: Chaosbane – Slayer Edition, una versión mejorada, con todo el contenido ya publicado, para la nueva generación.

FANTASÍA ÉPICA Y TONELADAS DE ACCIÓN

Cualquiera sabe que todo juego de Warhammer debe ser épico, con música y diálogos llenos de fuerza y una historia de batallas masivas, héroes y villanos poderosos e innumerables armas, magia y todo tipo de criaturas en un mundo fantástico oscuro medieval. Bueno, Warhammer: Chaosbane no es la excepción y nos manda directo a una historia de supervivencia, en un reino casi aplastado por el enemigo, con fuerzas enemigas imparables del Caos y un grupo de héroes con los que tendremos que luchar y tratar de salvar el día; todo esto acompañado de una banda sonora sumamente dramática y épica, actuaciones de voz muy bien logradas y llenas de fuerza, así como un apartado gráfico y artístico sobresaliente.

Alimentado por elementos de RPG Warhammer: Chaosbane, no sólo es un hack & slash machaca botones para pasar el rato, es un título con una historia profunda de guerra y Dioses Oscuros, donde podemos elegir uno de varios héroes clásicos, el caballero, el enano, el elfo, un cazador de brujas (DLC o en la Slayer Edition), y más, para entrar en la campaña single player o cooperativa e ir subiendo de nivel como en todo buen juego de rol; de esta forma el personaje se va haciendo más fuerte, obteniendo nuevas habilidades activas y pasivas, desarrollando fuerza y encontrando nuevas armas, armaduras e ítems, así como mejorando o mejor dicho, desbloqueando un par de árboles de habilidades y fortalezas especiales que los Dioses nos han brindado por ser tan buenos.

Dicho esto, Warhammer: Chaosbane contiene horas y horas de campaña en historia, o en modos contra enemigos especiales (jefes) y más, y no sólo eso, una gran lista de niveles de dificultad, desde las clásicas, “fácil, normal, difícil” y yendo más allá, con varios niveles extra de dificultad para los más experimentados o más masoquistas. O ambos. En fin, mientras más suban la dificultad, más ganarán en experiencia, así que el juego premia por el esfuerzo y la dedicación, además que así podemos disfrutar de un mayor balance, y no andamos de farmeo machacando enemigos para tratar de derrotar un jefe.

¡ENEMIGOS!

Quizá al inicio Warhammer: Chaosbane no muestre muchos enemigos en pantalla al mismo tiempo, sin embargo se entiende pues “estamos aprendiendo” a jugar, sin embargo al cabo de unas misiones las cosas se pondrán muy, muy interesantes, pues el juego literalmente nos aventará hordas de enemigos de todos tamaños y habilidades, desde pequeñas ratas, pasando por horribles criaturas, brujos y hasta “mini jefes” que no sólo nos taparán el camino como la típica hora pico del metro, si no que nos seguirán, lo cual quizá sea peor (o mejor, dependiendo de su destreza) pues se juntarán con las nuevas hordas que tengamos más adelante.

Y es que Warhammer: Chaosbane se las arregla muy bien para atiborrar la pantalla de hordas que ni nos dejan caminar; por fortuna tenemos habilidades especiales para despejar el camino con potentes golpes o magias, lo cual hace del festín de caos más entretenido y épico, todo acompañado de efectos sonoros de dolor, locura, gritos de guerra, frases y una banda sonora contundente digna de subir todo el volumen para molestar al vecino.

La lista de armas es inmensa, así como las armaduras e ítems a encontrar, obviamente encontraremos en nuestras misiones cofres y tesoros y jefes muy grandes para derrotar, también momentos de emboscadas y más. Todo brindando un premio (por decirlo de una forma) por derrotar a tanto monstruoso esbirro del mal. Asimismo y por si algún diseño no nos agrada, podemos mantener un arma, por ejemplo, y cambiar su apariencia a la que nos guste más.

MUNDOS DE DESTRUCCIÓN

Warhammer: Chaosbane es un juego que pide a gritos mayor definición, cosa que obtiene, gracias a un apartado artístico muy bueno, con varios escenarios, pueblos, castillos, bosques, cementerios, montañas, ruinas, cuevas y más, todo con un gran nivel de detalle en sus entornos gracias sus colores llenos de contraste para dar vida al Caos y su destrucción; así como un diseño de enemigos sumamente llamativo, desde los normales (como dije, las clásicas ratas) hasta cosas verdaderamente asquerosas. Aquí cabe decir que en consolas PlayStation 5 y Xbox Series X|S con Warhammer: Chaosbane – Slayer Edition podrán disfrutar de un apartado visual más llamativo, gracias a una definición 4K a 60fps de pura acción.

Además, la Slayer Edition ya presenta todo el contenido publicado, así que si aún no tienen Chaosbane, seguro les va interesar obtener esta edición en la que encontrarán:

– 6 clases de personajes, incluido el Cazador de Brujas
– Más de 70 monstruos y jefes
– Cooperativo para 4 jugadores local u online
– Modo de campaña, mazmorras, Modo Carrera de Jefes y más

MUY RECOMENDADO

No importa si juegan en las varias plataformas ya mencionadas, Warhammer: Chaosbane merece ser jugado y más si son fans de Warhammer, su épica historia, banda sonora y mundos sin duda les harán pasar buenos ratos. Asimismo, su jugabilidad es bastante fluida, lo que agrega más valor al conjunto, acompañado siempre de un nivel de arte sobresaliente y efectos muy variados y llamativos para cada habilidad. Igualmente los enemigos están bien construidos, lo que hace las batallas más espectaculares e inmersivas.

Sin duda Warhammer: Chaosbane no puede faltar en su colección, y si aún no lo tienen pero tienen un PlayStation 5 o Xbox Series X|S (o ambas) pueden adquirir la Slayer Edition para que tengan todo el contenido. Vale mucho la pena. Creo que con todo esto, bien merecemos una nueva entrega diseñada específicamente para la nueva generación.