Una tétrica historia repleta de suspenso y un desarrollo que sin duda se toma su tiempo; acompañada de una perfecta fotografía y unas actuaciones impecables, es una película que los mantendrá al filo del asiento sin la necesidad de escenas gore o algún tipo de efecto sonoro para elevar la tensión.
Dirigida por Robert Eggers, The Witch, la cual tuvo su primera proyección en el Sundance Film Festival de 2015, ganando en la categoría de drama, “Directing Award: U.S.”. es una historia sobre paranoias, miedos, locura y desesperación, elementos que acarrean a los personajes a su autodestrucción, dejando en cada uno de sus noventa y tres minutos, un sentimiento de alarma en el espectador. Esto, gracias a una dirección formidable y unas actuaciones bastante creíbles.
La historia nos presenta una familia de siete personas en el siglo XVII en Nueva Inglaterra, que luego de ser expulsada de una villa, no tiene otro remedio que ir a vivir a las afueras, con la esperanza de poder construir una granja para poder sobrevivir. Desde los primeros instantes del film uno se percata que el ritmo narrativo es lento, muy pasivo y casi lleno de silencios, a comparación de lo que se podría acostumbrar en el género del horror, algo que quizá pueda ahuyentar a una parte del público, pero créanme, si le dan oportunidad no se sentirán defraudados.
Hablando de las actuaciones, cabe destacar el rol del talento joven, tal es el caso de los 4 hijos comenzando por los mayores, Thomasin (Anya Taylor-Joy), Caleb (Harvey Scrimshaw), y los pequeños Mercy y Jonas, interpretados por Ellie Grainger y Lucas Dawson. El quinto y más joven es un recién nacido, quien como se puede ver en el trailer, luego de su desaparición, se comienza a dar una tormenta de hechos desastrosos, los cuales tienen que ver con la creencia de las brujas.
Con un tiempo perfecto y bien orquestado en cámara, cada uno de los cuatro hijos de William (Ralph Ineson) y Katherine (Kate Dickie) nos llevan por una narrativa muy tensa, en donde la religión y las supersticiones extremas les llevan a tratar de comprender lo que sucede gracias a la forma de actuar de sus padres. Todo esto originado como ya dije por la desaparición de su hermano recién nacido que presuntamente ha sido robado por una bruja que vive en el bosque.
Quizá uno de los puntos más fuertes de The Witch es que no necesita de escenas grotescas ni estrepitosos efectos sonoros para alimentar el sentimiento de suspenso y horror en el público; en lugar de ello se sirve de la increíble tensión entre sus personajes para que uno tema por cada uno de ellos; sobre todo cuando notamos que cada miembro de la familia comienza a culpar unos a otros de los hechos que suceden. Todo con una serie de buenas actuaciones, la cinta incluso no hubiera necesitado mostrar nada sobrenatural para llamar la atención. Cosa que se agradece y que demuestra la clara visión de su director y escritor Robert Eggers por contar una oscura historia inundada con folklore sobre brujas en Nueva Inglaterra.
The Witch es una película que bien entra en lo clásico, está muy bien escrita y da buenas esperanzas en los dos siguientes proyectos de su director: Nosferatu, y The Knight, las cuales aún no tienen fecha de estreno. Si buscan una historia en donde a cada momento teman por la suerte de sus personajes, descubriendo en sus diálogos y acciones como se comienzan a poner unos contra otros por la mera razón de no tener una explicación a lo que sucede, llevando a un clímax tétrico y sangriento, sin duda es esta su película. Por el otro lado si de lo que tienen ganas es de un largometraje lleno de gore, efectos visuales, y con muchos gritos The Witch los hará dormir; aún así, les recomiendo darle una checada.
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