Se supone que nos educan a respetarnos, y entre nosotros/as la muestra de afecto “excesiva” culturalmente es falta de educación, y digo se supone porque ya andamos viendo a todo color y en primera fila a jovenes fajando en público; que desencadena el más primitivo comportamiento del ser humano. Ahora con las redes, ya sé que sabes, pero no está demás recalcar que el medio de comunicación actual es la hoguera virtual, en dónde un mensaje privado, nunca lo fue, una foto indecorosa se viraliza entre la especie y un video sale en todos lados sólo porque un amateur quería estar en onda al recibir miles de reproducciones.
Gang Bang, escrita y dirigida por Eva Husson, tiene una narrativa visual interesante por la forma de convertir la sutil historia moderna de amor (que como dice mi papá, la misma puerca pero revolcada) con una dirección fotográfica que salva este film. Hay un recorrido de interiores poco peculiares, ya que el contexto de las reuniones son en una casa descuidada de un alumno con falta de atención; también hay un viaje de colores bochornosos que hace una estética de los cuerpos bastante atractiva en las escenas eróticas pero sin tanta duración.
Es el cuento del millennial precoz, chavos/as comunes y corrientes y sin antagonismos explícitos; la cinta entrelaza las vidas de sus personajes con base a la curiosidad por vivir aventuras que les harán alardear cuando tengan treinta, sólo si siguen en soltería.
Si me dicen que el objetivo de Gang Bang (A Modern Love Story) es un proyecto para educar a la juventud sobre las consecuencias del descuido y la poca consideración de respeto hacia uno mismo, votaría para que ganara, aun y cuando es una película que retrate el desinterés colectivo a la estratificación, diferencia de clases y centre su mensaje a qué debemos preocuparnos más por cada quién cómo es; ser individual. Despegándose emocionalmente de quien sea que le haya entregado lo que se supone que debe ser guardado para alguien especial.
Y es que hay un conflicto interno muy fuerte. No tiene nada que ver con la madurez, tiene que ser más por el lado de percepción social.
¿Cuántas veces te has resistido?
¿Cuántas te has atrevido?
Porque no hay términos medios: tienes el ojo alegre y una vida galante, o aprietas tanto que ni el espejo te conoce. Quizá el error está en a quién le cuentes o dónde lo publiques…
Así mismo, la dicha de que el título hace una directa referencia a un género pornográfico que no cumple sólo hace que el drama se focalice en el permiso de amistades entre amistades. Por lo que no hay un reto estruendoso para los intérpretes, ni en las escenas explícitas que trataban más de quién se atrevía a qué. Vaya en cómo es que “se les ocurrió” y cuáles fueron las predecibles consecuencias: El sexo nunca es seguro. Siempre hay algo con lo que debes lidiar después de tenerlo.
Por otro lado, no es de mi sorpresa que plasme el sexo como una actividad sobrevalorada, cayendo en juicio la postura moral al respecto; dicen que el sexo es un tema muy extenso para estar de acuerdo, pero no entiendo porqué hemos de tener algún acuerdo en su práctica si la intimidad es de cada persona; lo único que debemos considerar es la salud, higiene y concienciación, porque no, no está mal tener sexo… es el escandaloso ambiente social de las anteriores generaciones políticas que han hecho no más que pensar en el placer del prójimo sin considerar educarlo/a para que no se enferme.
Crítica realizada por Favián Cávdez
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