Escrito por Jeremie Dubois, el chico que quería ser un león es una corta historia inocentemente trágica.
Animado por Alois Di Leo y Windy Van Druten con una paleta de tonos amarillos, un estilo de dibujo a mano, y con música de Greg Knowles, es un trabajo profundo que simplemente hay que ver.
La historia de un chico que parece disfrutar más de un mundo interior que del poblado por personas; La complicada relación con sus padres y el entorno no le hacen infeliz, sin embargo hay algo que le falta, es como en un viaje al zoológico que encuentra y descubre afinidad con un león, el rey de la selva quien en este caso da el ejemplo de ser una criatura fascinante, cosa que por lo cual el chico y con la ayuda de su madre realiza un disfraz a semejanza del felino.
Un juego inocente y una gracia se transforma al poco tiempo en un dolor de cabeza para los padres, quienes no saben como lidiar con esto, mucho menos debido a la falta de comunicación con su hijo; desesperados en este ilógico comportamiento cada vez más se muestran intolerantes, algo que el chico convertido en león solo mira con sus ojos de niño.
En lo personal una muy buena animación, que detrás de sus líneas “simples” y una música que imprime tonos de curiosidad nos muestra este juego que lleva a un trágico desenlace y del que obviamente no tiene la culpa el animal si no el problema planteado desde inicio, la falta de comunicación.
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