El motorista fantasma regresa al cine en una especie de película independiente de hora y media… que miedo.
Nicolas Cage es Johnny Blaze (Ghost Rider); es una adaptación de personaje que en verdad tiene algunos instantes prometedores, pero que lamentablemente cae dentro de un casi humor involuntario donde el espectador no sabrá si creer lo que ve o si trata de mejor, aguantar la vergüenza de ser testigo de dicha película.
Con las participaciones además de Christopher Lambert y Ciarán Hinds, es una historia bastante “regular” he inexplicablemente dirigida por Mark Neveldine y Brian Taylor, menciono “inexplicablemente” porque estas dos personas son responsables de dos, ya se podría decir, películas de culto: Crank (Muerte anunciada) y Crank: High Voltage, ambas con un gran o inmenso toque irreverente lleno de acción y un humor bastante singular, pero a final de cuentas dos películas originales y que simplemente se salieron de lo convencional (además sin mencionar su inmensa banda sonora), algo que incrusta la incógnita ¿Por qué Ghost Rider: Spirit of Vengenace es tan mala?
Hablando de forma personal es creo imposible o muy poco probable que exista un personaje anti-héroe tan “cool” como lo es Ghost Rider, es decir vamos, estoy hablando de un motociclista que viste de cuero negro, que lleva cadenas, conduce una imponente y ruidosa motocicleta y no solo eso, por si fuera poco está envuelto en llamas… o, y su cabeza simplemente es un cráneo… en pocas palabras, algo así como el inmortal símbolo del “metal” llevado al mundo del comic (y por segunda vez al cine) claro, por si fuera poco todas esas flamas incandescentes que emanan tanto de la motocicleta como de su conductor también propagan un espeso humo negro resultado de la “combustión”
Entonces ¿Cómo algo así puede ser ridiculizado? La verdad es una “incógnita” pero estoy casi seguro muchos pensaron el nombre de Nicolas Cage y sus sobreactuaciones, muecas extrañas más allá de lo normal pero muy lejos de ser tétricas y perturbadoras… ya saben, en el buen sentido. Pero no solo eso, en este caso la historia también es bastante floja y convencional, es decir, solo se trata sobre un niño que puede ser la reencarnación del Diablo en la Tierra y como Ghost Rider debe protegerlo para que su alma quede libre… destruyendo en el camino algunas personas malas y uno que otro demonio; en general una historia que aún siendo básica podría funcionar para entregar grandes dosis de acción… que las hay y de hecho no tan malas, pero “regresamos” las actuaciones si son malas, caricaturizadas, sobreactuadas, con malos diálogos, predecibles y por momentos un tanto vergonzosos.
Eso sin hablar claro, de los efectos visuales, los cuales como todo en esta cinta, tienen sus momentos buenos y momentos que gritan CGI a todo lo alto.
En lo personal Ghost Rider: Spirit of Vengeance tiene muchas cosas (repito) malas, pero otras buenas y que dan un ligero reojo a lo que pudo ser y no fue; en términos generales es una película que no aburre y que en lo personal sí es mejor que su primera parte (aunque muchos digan lo contrario); ahora resta esperar que algún día, alguien desee sacar una buena adaptación de este personaje de Marvel ya que como menciono es uno bastante “cool” no solo por sus poderes y de que se trata casi de un ángel en pena, también porque verdaderamente tiene un impacto visual fuerte, creo algo así, merece tener otra oportunidad… algún día… porque como suele decirse: la tercera es la vencida ¿no?
Compartir en: