Who´s afraid of the Peppermint Man? Quien conoce el trabajo de esta artista, sabe lo desagradable que es este personaje y lo que representa.
No quiero aburrir con datos enciclopédicos que abundan en la red, así que solo mencionare que Camille Rose Garcia es una artista de Los Angeles, que bajo mi propio gusto, representa una de las más interesantes, además de presentar un trabajo sincero y directo. En cuanto a esta publicación, es la primera que realizó con esta extensión donde no solo aportó la parte visual sino el complemento narrativo.
La botella mágica es un cuento que podría pasar por infantil, pero los detalles sociopolíticos que adornan esta historia (como casi toda su obra) le otorgan varios niveles de comprensión bastante curiosos e interesantes, sin olvidar que el objetivo principal es el entretenimiento y disfrute por cualquier tipo de lector, incluidos los niños por supuesto, si no es que visualmente se sienten orillados a la depresión.
Cuenta la aventura de una niña que vive en un mundo dominado por las grandes corporaciones, que luego de encontrar una botella mágica y hacer nuevos amigos, se enreda en un viaje hacia unas islas pirata, escondidas por más de 400 años del peor de los enemigos The great trading company.
Y no es sorpresa que el villano elegido para personificar esta corporación es The Peppermint man, la encarnación más vil, aborrecible, degenerada y malvada, de todo lo negativo que puede significar el capitalismo, la industrialización y el engañoso progreso de una civilización consumista. Un personaje que ha aparecido en varias ocasiones dentro de las pinturas de esta artista y que aporta gran parte del atractivo en su obra.
En cuanto a la parte narrativa, tiene una calidez muy agradable, que llega a tener un ligero contraste, pero se mantiene acorde a todo momento. Donde incluso las canciones del Peppermint man llegan a ser memorables y un tanto pegajosas. Sin duda el momento en su laboratorio donde aparece bailando mientras es observado por sus espías mecánicos, es una imagen que queda en la mente y es difícil de olvidar.
En general es un cuento que posiblemente no es para todos, puesto que algunos encuentran en su estilo visual algo bastante depresivo (como ya mencione), aunque para otros como yo, simplemente demuestra sentimientos hacia un mundo agobiante donde parece no haber espacio para una felicidad inocente.
De lo que estoy seguro, es que existen muy pocos libros ilustrados como este, por lo que vale la pena completamente aún por simple curiosidad y en conjunto con Alice Adventures in Wonderland, son una compañía perfecta entre una obra original y otra adaptada.
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