Cuarta entrega de una de las sagas más polémicas en cuanto a adaptación en el medio de los videojuegos.
¿Es buena o no esta cinta? ¿Tiene algún parecido con los videojuegos de Capcom? ¿Tiene algún punto que la siguiente secuela sea influenciada por el público? Digo ¿hay algo que se pueda pedir en una historia tan avanzada?
Pareciera que no fue hace mucho cuando en el año 2002 Resident Evil fue estrenada en la pantalla grande. Una adaptación que si bien no se acercaba en mucho (o nada) al material original, al menos se le podía atribuir que era entretenida, tenía zombis, gore, momentos de tensión y otras cosas. Luego siguieron las secuelas: Apocalypse, Extintion y Afterlife, todas escritas por Paul W. S. Anderson quien además dirigió la primera y esta cuarta parte.
Sin duda y por extraño que parezca algo por lo que se ha caracterizado esta serie de películas es que cada vez gozan de mejor presupuesto y ganancias, reflejando de esta forma que el público realmente asiste a las salas de cine y en el caso de Afterlife parece que el éxito se repite, sin embargo ¿se trata de morbo o de un gusto real por ver la película?
En esta cuarta entrega se podría decir que “se han volado la barda” y es que es increíble cómo puede pasar una hora y media y no contar absolutamente nada, Afterlife es solo una sucesión de escenas “Matrix” que literalmente se repiten cada cinco minutos (o menos) una tras otra tras otra llevando al espectador a un infierno de aburrimiento donde no dejan de presumir el efecto 3D que usaron en Avatar de James Cameron (tal como dice el tráiler), saltos desde edificios, secuencias de zombis, acrobacias con monstruos enormes o cosas como simplemente caminar son mostrados en cámara lenta para seguramente, llegar a los noventa y siete minutos. Bueno, eso sin contar las típicas secuencias donde todo sale disparado a la pantalla… algo que funciona si tienes tus lentes puestos.
Pero esto es solo una de las fallas, estoy seguro de que todos los que conocemos los juegos (o los libros) nos percatamos del poco parecido que tienen las películas con estos, siempre dejando como última esperanza que aparezca tal personaje o situación. Entonces, ¿cuál es el caso de las cintas de Resident Evil? Al menos yo, hasta ahora creía que al menos entretener, algo que como ya dije, en esta última se extraña.
Hablando de situaciones se podría destacar a medias la corta lucha entre Albert Wesker (villano por excelencia en la saga de videojuegos) y sus enemigos, un instante que para los que jugaron Resident Evil 5, seguramente será como un “deja vu” dado su parecido en la pantalla grande. Y como ya es costumbre, la aparición de otro monstruo sacado directamente del videojuego: El Ejecutor Majini. Pequeños elementos que de haber contado con una historia palpable hubieran sido de gran ayuda para la película. O en el caso de Wesker, haber aparecido desde la primera parte.
A estas alturas hablar de las actuaciones o fotografía me parece absurdo, pero bueno, el elenco realiza sus representaciones más o menos bien (muchos estereotipos reciclados claro está), efectos visuales aceptables (excepto en el uso de los clásicos “perros demoniacos”), mucho maquillaje zombi y fotografía bien cuidada. En pocas palabras, seguramente en Blu-ray se verá súper bien.
Al final Resident Evil: Afterlife es un intento de película en la que su principal objetivo es descaradamente mostrar efectos visuales en 3D como si con ello quisieran vender televisiones, la aparición de populares personajes de la saga (Chris y Claire Redfield, Albert Wesker, entre otros) crean un interés momentáneo en el espectador, pero todo desaparece cuando luego de cámaras lentas, y muchos largos minutos, se pregunta ¿de qué trata esto? ¿Estaba dormido y me perdí de algo?
Una película de tal éxito comercial que incluso ya propuso una quinta parte… en donde los fanáticos tendrán voz para crear la historia, sin embargo, luego de destruir todo el universo de Resident Evil en la pantalla grande ¿se puede salvar algo? ¿No creen es hora de empezar de nuevo o, dejar descansar la franquicia?
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