La humanidad está por desaparecer y un héroe no sabe con exactitud si realmente le importa eso o no.
Jonathan Hickman (Astonishing tales, The nightly news), presenta una historia dentro de un mundo post-apocalíptico donde los seres humanos luego de sobrevivir a duras penas todo tipo de horrores se enfrentan con algo que literalmente los borrará de la existencia.
Sin duda realmente algo que no me agrada, son las buenas historias que se narran de forma tan apresurada que al final los grandes acontecimientos quedan marcados como pequeños instantes y este es el caso de A red mass for Mars, cuatro números publicados por Image que narran en primera instancia sobre un grupo de súper-humanos (o humanos evolucionados) que se unen para detener una invasión extraterrestre que acabará con la humanidad.
Pero esto es solo la punta del iceberg y muy lejos de lo que podría ser una tormenta inaudita de clichés heroicos y líneas “sobre actuadas” encontramos un comic que habla de una cosa y transmite otra, dos niveles, donde el segundo es el que te hace pensar y razonar del porque ciertos personajes actúan y piensan de cierta manera. Un ejemplo podría ser Mars, alguien casi inmortal que ha vivido con la humanidad desde la época medieval y que al pasar los años ha tratado de comprender la violencia con la que el hombre toma las cosas y las convierte en suyas (de una forma u otra)
Mars, un personaje de tal poderío que comienza a verse alejado de los hombres y a observar el mundo desde otra perspectiva logrando así una especie de transformación en alguien benevolente pero a la vez desatado de las leyes; alguien que nos ve como simples hormigas y al que luego de los años deja de importarle lo que sucede en la Tierra. Lo curioso, es en él donde descansan las esperanzas sobre un buen final y el fin de aquella raza que se dispone a aniquilarnos.
Cuatro números que hablan de este y otros personajes de igual complejidad, algunos con ayuda de flashbacks bastante interesantes con diálogos simples pero ideas introspectivas que dejan (como ya mencioné) elementos muy lejanos de lo que son los “heroicos clichés” a los que estamos acostumbrados, entregando así una historia profunda que da ánimos para segundas leídas y a pensar sobre lo que el comic desea expresar.
El arte por Ryan Bodenheim se sale de lo convencional en este tipo de temas y plasma un estilo más “europeo” con pocos tonos, líneas precisas, excelentes diagramaciones y algunos splash que enaltecen ciertas escenas. Ilustraciones siempre a la par de la calidad en la historia.
A red mass for Mars es un comic interesante en todas sus formas, original, bien ilustrado y bien escrito pero sumamente corto y es que con todos los detalles que presenta en sus personajes uno desearía que fueran más de cuatro partes. Aún así vale la pena hasta su última página y sobre todo, pensarlo luego de leerlo.
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