En efecto mis queridos lectores, ávidos jugadores que no pueden dejar de lado el control del PlayStation -en cualquiera de sus versiones-, hoy traemos la primer reseña en la historia del universo de Kopodo sobre un juego para la nueva consola de Sony, la poderosísima y muy hermosa PlayStation 5. Sí, la amo y amo a PlayStation.

OTRO ASTRO EN EL UNIVERSO SONY

ASOBI Team es el encargado de realizar esta secuela si es que así podemos llamarla, de Astro Bot Rescue Mission, uno de los mejores juegos de realidad virtual que exista para el periférico de PlayStation 4, que ahora en vez de aprovechar todo el potencial de dicho componente, agarran el control Dualsense para explotarlo de una manera sin igual en Astro Playroom.

Astro Playroom es un juego que viene precargado en todos los sistemas PlayStation 5, es gratuito y no es un un demo, es un juego completo con su respectivo platino, cantidad tremenda de trofeos y una “historia” que se concentra en la historia de todas las consolas de Sony, desde su demo de rendimiento allá en 1994, hasta la actual que muchos le llaman el “modem”.

Con Astro Playroom nuestra misión será enfrentarnos a cuatro capítulos que están inspirados en la partes más importantes de una consola, tal como el sistema de enfriamiento, el GPU, la memoria SSD y el RAM, las cuatro con una temática diferente tal como nieve, playa, jungla y una autopista -esta no entendí bien porqué-, y dentro de esas hay cuatro escenarios los cuales tienen escondidos piezas de rompecabezas, artefactos que han sido creados para las consolas de Sony y muchas monedas. Estas últimas nos servirán para una máquina tipo grúa como en Astro Bot Rescue Mission, para regalarnos objetos que se pondrán en el laboratorio que es como nuestro punto central, en este mismo lugar estarán adornando todos esos artefactos que hallemos, así como los rompecabezas alusivos a cada generación.

Sin duda el laboratorio es una de las zonas más increíbles y geniales que se hayan creado en uno de estos juegos de Astro, pues es donde se juntan todas las consolas con sus gadgets los cuales son interactivos de cierta manera, y podemos gozar viéndolos y recordando maravillosos momentos en esos aparatos. Es por mucho uno de los detalles más impresionantes de todo el juego.

Astro Playroom es un juego de plataformas donde hay que estar buscando por todos lados recovecos donde podría haber algo útil, no tanto para avanzar sino para ir juntando más objetos para la colección, las monedas caen por sí solas y no hay que ser tan estrictos si perdemos una, después saldrán más. El juego está diseñado para avanzar ya sea a pie, saltando y flotando como ya es costumbre con Astro, volando, y ahora con nuevas mecánicas excelentemente bien hechas como ponernos un traje de simio, uno de rana, patinar en hielo, y hasta un flotador genial para la playa.

Dentro del diseño de los escenarios hay decenas de referencias a los juegos más emblemáticos que se han cruzado de manera exclusiva por todos los sistemas de Sony, tales como Patapon, God of War, Uncharted, Bloodborne, Concrete Genie, Killzone, Crash obviamente, Days Gone, Horizon, Ico… No podría señalarlos a todos porque quizá perdí varios de vista o no son tan marcados, pero a la lista se le unen juegos legendarios que no fueron solo de Sony pero tienen un lugar especial en el corazón de todos los gamers. Verlos es una joya y a más de uno les enternecerá su podrido corazón, a mi me pasó.

TÉCNICAMENTE ES UN 100

Todo es hermoso en Astro Playroom, gráficamente me refiero, los Bots son maravillosos, se comportan geniales, la parte visual es impactante porque no usa materiales realistas en la mayoría de las ocasiones, aunque todos los elementos de las consolas y los aparatos son lo más parecido a la realidad, lo que deja un agradable sabor de boca porque conforme uno se acerca puede notar detalles notables, haciendo que la sorpresa sea aún mayor cuando uno no espera un juego que deje boquiabierto por sus gráficas. Y sin embargo, lo hace.

Pero el triunfo no se lo llevan los gráficos, el verdadero triunfo de Astro Playroom, el que le da la vuelta a todo lo demás, es la manera en como demuestra las verdaderas capacidades del Dualsense, es que no solo triunfa, sino que la súper rompe, en verdad es impactante en cada escenario cómo se usa el control con todo lo que tiene para ofrecer, y no solo se concentra en los botones sino que dan una cátedra de sensaciones con los nuevos gatillos que disparan acciones y nos fuerzan a apretar más o menos, a hacer un toque o irnos con todo de acuerdo a lo que estemos haciendo en pantalla, ya sea con el simio, con la rana, con la máquina de regalos o simplemente disparando una flecha.

Y después viene el estupendo manejo de las vibraciones, mismas que nos hacen sentir los pasos, los saltos, el jale y empuje o los sucesos a nuestro alrededor como derrumbes, rupturas, viento, agua… Lo que pase tengan por seguro que lo sentirán en las manos. El control cuenta como ya sabemos con un micrófono que hace las veces de detector de aire por así decirlo, o sea que también deberemos soplar para activar algo, o girarlo o poner atención a la bocina por si hay algo cerca. En fin, Astro Playroom fue creado para enseñarle al mundo que el Dualsense es quizá el mejor control creado por Sony hasta la fecha. No me cabe la menor duda.

VEREDICTO

Muchos pensarán que por el protagonista, o por ser el juego de la casa o por venir gratis en la consola PlayStation 5, Astro Playroom es un juego de paso y que podría ser borrado para crear espacio de inicio. No lo es. Definitivamente no lo es.

Astro Playroom es un serio candidato a mejor juego del año de plataformas así como su hermano Astro Bot Rescue Mission lo fuera para mejor juego de RV. Astro Playroom es sin duda una oda a todo lo que Sony ha creado, a las compañías que han creído en sus plataformas para desarrollar contenido y sobre todo a los gamers que hemos invertido dinero y miles de horas jugando. Es Astro Playroom la mejor carta de amor a los sistemas que desde 1994 nos han hecho divertirnos por horas y provocado desvelos, ampollas, enojos, pero sobre todo, satisfacciones incomparables.