Parte de Los Cuatro Fantásticos vuelve en esta entrega de lo que ahora es una miniserie de one-shots.

Una vez más Puerto Rico es visitado por parte de este equipo de superhéroes (en este caso la pareja de Reed y Sue) que a la par de un nuevo compañero local llamado El Vejigante (me gustaría saber por qué o si es un error), se encargan de resolver un caso extrañamente cómico y del que M.O.D.O.K es responsable.

Lo que Tom Beland y Juan Doe comenzaron con Isla de la muerte y continúo en ¡Bahía de los muertos! Ahora es posiblemente concluido con este número, que al igual que los anteriores se encuentra encapsulado en lo que es un one-shot y aunque mantiene un nivel de referencia con los otros, se sostiene perfectamente de forma individual.

La historia desarrollada a partir de unas cortas vacaciones como ya es costumbre, resulta bastante cómica de inicio a fin gracias a las conversaciones pintorescas que ofrecen la mayoría de los personajes. Pero es también interesante o quizá para algunos, entrañable por algunos datos que ofrece (y que de no ser un fan, seguramente son novedad)

Quizá un punto flojo sea el susodicho Vejigante que no resulta tan atractivo como lo fue Diablo en ¡Bahía de los muertos! Y el flashback que se presenta para mostrar su origen resulta exageradamente dramático en contraposición con el resto del cómic (aunque por si solo es excelente) Pero aún así, seguramente sería buena una historia que involucre a ambos personajes.

Y tomando en cuenta que no soy fan del universo súper heroico Marvel, y por supuesto que no conocía a M.O.D.O.K (con excepción de Strange Tales) Su parte en la historia es demasiado corta, pero inteligente al mismo tiempo que divertida, aunque no termina por convencer.

En definitiva esta última entrega es buena y tiene todo lo que se vio en los títulos pasados, pero al final y tomando en cuenta los tres comics, deja la sensación de que uno esperaba algo mejor y en cambio se mantiene plano y sin ningún tipo de catarsis ¿O será que aún falta más?