Dos grandes comics se encuentran por primera ocasión para conseguir el mejor one-shot de la temporada hasta el momento.
No hace falta mencionar lo grandioso que es Hellboy y en lo que se ha convertido con el pasar de los años. Por otro lado Beasts of Burden es una serie relativamente nueva y aunque su primer volumen es realmente bueno, lo es más que el propio Mike Mignola solicitara la creación de este número con total confianza y solo participando en algunos detalles.
Ilustrado por Jill Thompson y al igual que en la serie regular, podemos disfrutar de un trabajo hermoso, donde a pesar de la duda, Hellboy encaja por completo y sobresale aún más que bajo otros estilos que lo han emulado casi por suerte. La diagramación es un punto que al prestarle atención a las imágenes dentro de cada panel deja casi atónito por lo sencillo que parece en ejecución.
En cuanto a la historia… Se puede decir que a pesar de una premisa deducible, consigue convertirse en una aventura interesante que llegado el momento va a sorprender tanto a quienes ya conocen las aventuras de estos caninos como los lectores que se acerquen por el detective paranormal. Aunque por otro lado, presenta algunos puntos que no se terminan de explicar dejando un hueco, no muy grande pero desconsolante.
En general se puede esperar exactamente lo mismo que en el caso de cada serie por separado, pero en esta unión son todavía mejor y solo puedo desear la próxima oportunidad en que ambos comics crucen camino hacia un villano aún más peligroso.
Así que por el momento y viendo las opciones para estas fechas mortuorias, este ejemplar se lleva los aplausos entre tramas de misterio, golems, asesinos dementes y místicos, y también algunas dosis sangrientas. Que ojala atraigan la curiosidad de más público hacia lo que ofrece Beasts of Burden.
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