The Sarah Connor Chronicles, la serie que en dos temporadas presentó mucho más que solo acción sin sentido y repetición de ideas gastadas.
En 2008 cuando ya se conocía la producción de Terminator Salvation, se estreno está serie que aborda la vida de la familia Connor durante el lapso temporal intermedio a Terminator 2 y 3. Pero aunque después del primer episodio en el que se presento la típica formula ochentera de héroes contra villanos y la corretiza interminable, y por lo cual casi todos pensamos que se trataba solamente de una jugada para preparar el camino al resurgimiento de la franquicia en cine. Fueron apareciendo detalles que culminarían con el mayor número de fans solicitando la continuación de la serie a la cual el estudio le dio la espalda con la cancelación (por falta de público supuestamente)
Lo más importante de la serie es que da tiempo y oportunidad a que se desarrollen planteamientos interesantes, que en las películas anteriores solo quedaban al aire o se daban por entendido. Aunque en cierto nivel también es necesario y casi obligatorio ver las dos temporadas completas para darse cuenta de todo lo que tiene para ofrecer.
Como es predecible, el tema central es la protección de John Connor como promesa de un salvador de la humanidad y para esto, quienes lo rodean hacen hasta lo imposible para mantenerlo a salvo de la amenaza latente del futuro. Pero al mismo tiempo, todos se involucran e intentan impedir que el destino del juicio final se haga realidad. Lo que es una paradoja temporal increíble, pues en primer lugar uno pensaría que a pesar de los intentos por impedir el futuro eso no es posible o quienes vienen de él no estarían en el presente. Sin embargo ocurre algo interesante y es que los personajes realmente consiguen modificar con sus acciones detalles del futuro, a lo que posteriormente resulta que su destino no es un objetivo único, sino una inmensidad de posibilidades a las que se terminaran enfrentando de una forma u otra.
El personaje de John Connor es desarrollado magníficamente por primera vez a través de cada episodio, en los que se descubre casi de inmediato que no se trata de un adolescente estúpido o inútil (como el presentado en Terminator 3) Es cierto que necesita protección y ayuda contra el peligro que representan las maquinas (pues son casi indestructibles), pero existen situaciones en las que debe afrontar problemas humanos y es cuando uno ve que es un personaje capaz y entrenado para lo que se intenta impedir, así como tomar decisiones realmente importantes que incluso llegan a parecer totalmente erróneas para el resto, pero que en el fondo tienen un sentido más profundo cuando se les razona. Todo esto resulta en una completa tragedia para el personaje, pues mientras se prepara para convertirse en el líder de la humanidad, todos intentan impedir que eso sea necesario y de cumplirse ¿qué sentido tendría haberse preparado tanto y perder su vida en ello?
Al mismo tiempo también aparecen diferentes maquinas del futuro con propósitos y formas de actuar muy distintas, aunque regidas por una lógica perfecta que en ocasiones se torna en el punto más atemorizante, pues cuando se ve que una maquina tiene todos los argumentos para explicar su comportamiento y el de los humanos, uno puede llegar a pensar que en realidad la humanidad está condenada al pasado y el futuro le pertenece a las maquinas, seres lógicos que no tienen impulsos como la rabia o la venganza, y aunque igualmente carecen de cualquier otro sentimiento positivo, tienen la capacidad de aprender, entender y evolucionar. De formas distintas de acuerdo a su propia experiencia, justamente como un ser humano.
Y en ese punto se encuentra Cameron, la terminator destinada a proteger con su propia existencia a John Connor hasta el final. La maquina que en un inicio se comporta mecánicamente por objetivos, posteriormente entiende y explica comportamientos humanos, en base a los cuales otorga sugerencias o ideas, que en ocasiones al ser obviadas ponen en riesgo por lo que todos luchan, marcando profundamente la razón del personaje. Siendo el mayor de sus planteamientos, que la única forma de salvar a John Connor es que absolutamente todos se alejen de él, pues aún quienes desean ayudarlo, terminaran convirtiéndose en una razón para que él muera. Y finalmente tomando decisiones que pueden llegar a parecer sentimentales, aunque la lógica predomine todas sus acciones.
Por su parte la computadora que se piensa es la primicia de Skynet tiene una presencia importante en toda la serie, en un inicio como un programa estratégico capaz de aprender, después como la inteligencia en potencia capaz de destruir el mundo. Pero desarrollada en un ambiente que llega a parecer irónico, pues justamente quien se encarga de enseñar a esta máquina letal, es una pequeña niña y otra persona adulta que a pesar de las dudas que muestra, no desea el juicio final. Una persona de quien aprende distintas cosas y a quien pone a prueba a base de dudas que se relacionan directamente con cada una de sus acciones frías y calculadas, que en ocasiones terminan por demostrar que el comportamiento humano es sumamente contradictorio e ilógico, el mayor problema que tiene al tratar de entender y por el cual en ocasiones se llega a sentir traicionada, teniendo en cuenta su propia existencia como un ente único e inteligente.
Finalmente aunque estos son los tres personajes en los cuales se apoya toda la serie, todos y cada uno del resto, cuentan con una importancia para la historia que no sería posible sin su participación, ya que cada uno aporta con experiencia, argumentos, situaciones, ideas y problemas; para el desarrollo de John Connor como líder de la resistencia, quien finalmente es la causa-efecto del apocalipsis, que quizá solo podría impedirse con su extinción.
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