La película española que logró ser comparada con las creaciones de Pixar y Dreamworks… y que aún así, le vieron el lado malo.
Todos saben la historia acerca del alien que perdido en nuestro planeta vive una suerte de aventuras para encontrar al final su deseado regreso a casa. Sí, E.T. el extraterrestre fue un gran éxito comercial en la década de los ochentas… así que, ¿que preocupación sería tomar esa idea y contarla al revés? Yo diría que ninguna verdad? Digo, estamos en una época de films con robots gigantescos, balaceras de dos horas de duración, chicas que corren de un lado a otro para denotar su presencia en la historia, albóndigas que caen del cielo, sagas de vampiros, brujos, freaks, adaptaciones que años atrás, hubieran sonado totalmente ridículas dada la tecnología (y quizá hasta el público) de aquellos tiempos.
Más aún, la historia de un ogro verde llamado Shrek que encuentra el amor verdadero en medio de un gran popurrí, un repertorio de personajes e incluso situaciones sacadas de cuentos clásicos que fueron creados siglos atrás. Una historia que la gente aceptó desde el primer momento, una historia que fue escrita por Joe Stillman, el mismo que ahora, con la dirección de Jorge Blanco, y la co-dirección de Javier Adad y Marcos Martínez presentan con Ilion Animation Studios y Hand Made Films, una película de animación lograda fuera del territorio americano (o de sus casas productoras) “Planeta 51”
Planeta 51 nos cuenta algo parecido a E.T., solo que al revés, aquí, un astronauta terrestre llega a este planeta lejano donde la década de los cincuenta (ubicada con aspectos de moda y musicales) es el escenario para una hora y media de una aventura con elementos humorísticos, romance, peligro y (al igual que Shrek) referencias verbales y algunas visuales hacia personajes de otras cintas como Star Wars, Alien el octavo pasajero, entre otros.
La historia en si, no es nada compleja e inclusive predecible, obvio ¿quien pensaría que el astronauta no podría regresar a casa? Sin embargo, inmediatamente llama la atención por su comicidad y la “natural” actitud de los personajes que sin más, se constituyen de estereotipos con sus clásicas convicciones logrando de esta forma que la narrativa sea inmediata ya que el espectador sabe exactamente lo que puede esperar de cada situación, en donde el humor y las expresiones salvan las escenas como por arte de magia.
El aspecto visual es bien detallado, y aunque los habitantes del Planeta 51 recuerden un poco al ogro verde de Dreamworks, esta “alucinación” es corta, pues en si la película entretiene y aunque no “tenga un complejo y moral mensaje oculto” funciona en su totalidad creando carcajadas y sonrisas en el espectador y más importante, en el público joven (a la que esta dirigida) que posiblemente ni se percate de las referencias a otras cintas (pues quizá ni habían nacido) pero que gracias a ellas, todos estos elementos de “cultura pop” pueden permanecer vivos y no quedar enterrados en el pasado ¿o díganme, cuantos niños han visto Alien el octavo pasajero?
Al final, Planeta 51 es una cinta que puede ser comparada con trabajos de la talla de Pixar o Dreamworks (un debate al parecer “hate”), y que sin duda queda más alta que otras (a mi parecer) como Shrek 3, Madagascar o Monsters vs Aliens, y creo a final de cuentas, eso ya es una señal de algo bueno y que realmente hace esperar una próxima creación por este mismo equipo, que le brindó horas de trabajo y pasión a esta película, donde las similitudes con la cultura terrestre son solo eso, similitudes para poder contar una historia.
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