The Riftbreaker | Reseña

Los juegos diseñados para la PC deben quedarse en PC, me refiero a los que están pensados para usarse con atajos del teclado, los que requieren precisión del mouse para colocar objetos miniatura en espacios con accidentes de la naturaleza o complicados de atinarle a donde queremos ponerlos. En efecto me refiero a juegos donde hay que construir torretas, cercas, edificios, básicamente una mini ciudad como lo hacíamos/hacemos en Starcraft, Warcraft, Age of Empires y juegos de estrategia. Si lo transportan eso a un control de consola, estamos fritos.

FRITOS COMO PAPAS FRITAS

The Riftbreaker nos pone en los zapatos de un mecha muy muy muy chido que llega a un mundo donde los animales pueden ser tanto violentos como mansitos, dependiendo el tamaño y la especie obviamente, pero al llegar debemos habitarlo e industrializarlo para utilizar sus recursos en nuestro beneficio, clásico del ser humano. Entonces estamos entre hacer crecer y mejorar nuestras instalaciones, y defendernos de los inminentes ataques de la fauna en este planeta. Es claro que los ataques varían de acuerdo al animal pero de que son complicados de detener, lo son. Y eso es lo agradable del juego, las peleas con nuestro mecha Bob el Constructor mezclado con Terminator.

Todo suena súper lindo y maravilloso ¿no? De hecho sí lo es porque construir sus propias instalaciones, conectarlas para recibir energía, succionar recursos de la tierra para aprovecharlos y generar nuestras propias armas, es genial, más cuando eso lo haces para matar a los enemigos que acechan nuestra supervivencia… Pero las cosas dejan de serlo cuando estás es una consola con un control que tiene una cantidad muy limitada de botones, y debes perder tiempo valioso para abrir el menú, ir al sub menú que deseas, seleccionar lo que quieres construir, colocarlo y tardar en atinarle al lugar exacto en la cuadrilla, y después aceptar, cuando todo podría ser tan rápido como presionar una tecla atajo y con el mouse señalar rápidamente el lugar y listo, empieza la creación de lo que queremos. Desgraciadamente este juego lo probamos en PlayStation 5, y aunque hubiera sido en un Xbox, habría sido la misma experiencia de tardar mucho tiempo en construir edificaciones (al menos que tuvieran teclado y mouse en Xbox Series X|S), cuando al haberlo hecho en PC la velocidad hubiera sido mucho mayor, mejorando esa precisa experiencia. Lo digo porque he jugado muchos títulos de estrategia y no hay nada como el teclado y el mouse, en verdad no lo hay, por lo que hacer un port para usar unos cuantos botones cuando antes tenías el universo de atajos, definitivamente no es una buena movida.

En The Riftbreaker contamos también con este sistema de electricidad que nos obliga a tener un buen control en nuestros edificios para que no estén esparcidos y sin ton ni son, por lo que la planeación es esencial para agrandar nuestro territorio y crecer nuestras probabilidades de supervivencia, que de eso se trata el juego, no solo de invadir un mundo ajeno, matar a sus especies y consumir sus recursos, sino de sobrevivir a los embates de los animales que solo buscan igual que nosotros, sobrevivir. Pero aquí, en este caso, somos los buenos y ellos los malos.

VEREDICTO

The Riftbreaker es sin duda un gran juego, cuenta con gráficos muy bien logrados que por momentos me recordaron a Starcraft, tiene emoción como Comando o Warcraft -sí, Warcraft empezó como estrategia-, y muchas peleas como todos los del género, además agrega unos toques de RPG y contamos con una espada que destroza a todo; es buenísimo pues, pero esto de los controles en consola no es lo suyo, creo firmemente que si lo hubiéramos probado en PC estaríamos hablando de un 4.5/5 fácilmente. Sin problemas. Pero lo dejamos en 3.5/5.

The Riftbreaker está disponible en PC por medio de Steam, GOG y Epic Games Store, así como PlayStation 5 (donde reseñamos) y Xbox Series X|S; asimismo el título también está disponible para los usuarios de Xbox Game Pass.

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