El editor Whitethorn Digital y el estudio de desarrollo Gamious ahora nos han brindado la oportunidad de jugar su título llamado Lake, una historia enfocada en un estilo narrativo cotidiano, donde una mujer vuelve a su pequeño pueblo natal para ayudar a su padre con el trabajo de mensajería, despertando así una trama de viejas y nuevas amistades, así como diferentes desenlaces.

CERO VIOLENCIA

Sin duda Lake es un buen respiro a todos esos juegos llenos de intensidad, disparos, monstruos, zombies y locuras (que no digo que no me gusten, porque me encantan), así que la verdad sorprende con un estilo de juego muy tranquilo y agradable, una historia llena de elementos cotidianos y por supuesto, cero violencia. Sólo el aire puro, árboles, tartas, reuniones en fogatas y tener la tarea de trabajadora de mensajería. Suplente. Por el momento.

Simplemente Lake es genial y muy fácil de verse inmerso en su trama; como dije, la historia nos presenta a una mujer, Meredith Weiss, quien trabaja en una empresa de software en una gran ciudad, pero que por cuestiones de la vida, debe volver a su pueblo natal en un hermoso lugar, Providence Oaks, Oregon. Y por cierto, la historia se desarrolla en 1986.

Ya en el lugar, Meredith se queda en su casa de la infancia, mientras toma el puesto de su padre en el trabajo de mensajería del poblado. Es así, como pasaremos el tiempo manejando un camión de correos, dejando sobres y paquetes a los habitantes, encontrando viejas y nuevas amistades para conversar, pero también realizando otros encargos, si es que deseamos hacerlos.

ENTRE LÍNEAS

Uno de los puntos más llamativos de Lake, es el de tener un pequeño pero colorido mundo abierto que podemos explorar a pie o mientras manejamos y encontramos caminos, también podremos tomar fotografías y como dije, hablar con las personas; es así que tendremos líneas de diálogos que podremos elegir para llevar cada conversación. Quizá no tengamos tantas ganas de conocer a alguien, así que simplemente nos despedimos luego de dejar el correo, o quizá la plática nos lleve por tramas que desbloqueen misiones; el juego da libertad a pasar cada día esperando volver a la gran ciudad, o por el contrario, tener el interés por conocer a la gente, y quizá hasta formar una relación sentimental, para al final, volver a la ciudad al atareado trabajo, o quedarse en Oaks.

UN TRANQUILO Y BELLO MUNDO

Gráficamente Lake no es un juego asombrosamente llamativo, pero su diseño lleno de color, escenarios de vida, sonidos y el conducir de forma amena, hacen que sea fácil estar inmerso. El juego también contiene algunos bonitos efectos de iluminación y, aunque tenemos días con diferente clima, hubiera sido genial tener un sistema de clima y horario dinámico. Aquí menciono que el paso del día trascurre mientras hacemos las entregas, es decir, al inicio de mañana, y ya al final automáticamente el sol está en atardecer para las últimas entregas. Ya cuando la jornada termina, tenemos un mensaje de que ya podemos regresar a la oficina de correos para dejar nuestro camión y finalizar ese día; luego volvemos a casa y decidimos si ver una película, leer un libro, trabajar en algún encargo de la ciudad, o por ejemplo, si tenemos algo para hacer (una visita por ejemplo) automáticamente tenemos esa última misión.

Hablando de gameplay, el título es muy fácil de disfrutar, el manejo del camión es totalmente arcade, no se puede acelerar demasiado y tampoco podemos ir por ahí rompiendo cosas y provocando altercados (juego sin violencia), a lo mucho podemos tocar el claxon y si estamos a punto de pasar por encima de alguien, automáticamente se baja al velocidad del vehículo; asimismo tenemos un “piloto automático de manejo” y viajes rápidos para algunos puntos del mapa que vayamos desbloqueando. Quizá algo que pueda parecerles algo “desesperante” es que nuestra protagonista Meredith camina bastante lento, y aún si corremos, es más como un paso ligeramente más rápido, por lo que querrán estacionar justamente frente a cada buzón.

LA MALDICIÓN DEL SEXTO DÍA

No, no es que el juego esconda una oscura historia de horror por alguna parte, es más bien un terrible bug el que afecta a nuestra casi perfecta aventura.

Lake tiene una “maldición del sexto día” es decir, el juego avanza día a día. Hacemos nuestras tareas y encargos y automáticamente cuando finalizamos ya podemos volver a la oficina y dar por terminada la jornada. Pero al llegar al sexto día, no importa que hagan, no se puede terminar esta jornada… podemos volver a la oficina, pero no podemos activar la acción de “terminar el día” por lo que uno se queda atrapado allí, sin nada que hacer y pensando qué puede pasar ahora.

Como dije, me di a la tarea de esperar otra actualización, y de investigar cómo arreglar eso, unos dicen que quitando el juego, que estacionando en otro lugar, cargando de forma manual el archivo o incluso reiniciando la consola; sin embargo nada de eso me funcionó a mi, así como a otras personas (supuestamente). Además de este fallo, el juego sigue teniendo bugs en algunos menús ya dentro de la partida, por ejemplo para cambiar de idioma y para intentar cargar. Esto a pesar de que efectivamente luego del lanzamiento del 1 de septiembre, el título recibió un update. Así que supongo habrá que esperar una nueva actualización.

VEREDICTO

Realmente es una pena, la buena noticia es que esto sin duda se puede corregir con contra actualización, que esperemos llegue en algún momento. Pero de una nota de 4 sobre 5 estrellas, tendré que elegir un 3, ya que sobre todo, el bug del sexto día es algo que sí agrava la experiencia, y uno queda esperando a que se corrija esto a futuro. Por cierto la reseña es en Xbox Series X|S.

Lake tiene mucho para ser un buen juego, su historia es bastante entretenida, y sus personajes llamativos; gráficamente es bastante colorido y tiene momentos de grandes atardeceres, que acompañados de la banda sonora, hacen de la experiencia algo muy agradable. Por cierto, Lake también está disponible en PC para Steam, quizá ahí no tengan el bug del sexto día, pero mientras tanto, seguiré esperando a finalizar la historia de Meredith, yo en lo personal ya sé que me quedaré en Oaks.