Un oficinista, un simulador, y un propósito; Crear la mejor arma posible para eliminar alienígenas que invaden la Tierra ¡La Hypergun! Este título desarrollado por NVYVE Studios y que esta disponible en Steam (posteriormente en PS4 y Xbox) tiene muchas cosas buenas, si les gustan los juegos tipo Rogue.

Una historia común, un planteamiento original

Ya todos sabemos la típica historia de invasión extraterrestre, donde nos convertimos en el héroe y oh sorpresa, salvamos al mundo. Pero en este caso lo hacemos desde una oficina de investigación… Y tiene coherencia ¿Cierto? alguien debe inventar todas esas armas que acostumbramos usar. Bueno, pues eso es lo que haremos dentro de un simulador de la amenaza alienígena.

A través de mapas aleatorios y ligeramente distintos, superaremos arenas de locura y muerte, buscando y recolectando items y piezas de armas, para customizar nuestra Hypergun, e ir descubriendo cuales son los mejores aditamentos para cumplir nuestra misión.

De vuelta a los 80s y 90s

Los gráficos tienen ese estilo ochentero que resalta el neon y el noventero que era predominado por un poligonaje medio. La acción se puede convertir en una locura sin descanso y los bosses de nivel ponen punto final a varias partidas. En sí, el juego es genial, no cabe duda de eso.

Es como una segunda visita a las arcades y encontrar un clásico convertido en una experiencia 3d inyectado de adrenalina. Y aunque no es el primer juego en hacer esto, lo consigue bastante bien.

Sin embargo, esta experiencia depende en gran medida del gusto de cada jugador, y lamentablemente no cuenta con una opción multiplayer que le habría dado el punch final, porque después de unas cuantas partidas, se siente vacío, demasiado arcade y sin propósito.

Disparando como si fuera navidad

Te encuentras en la oficina muy a gusto entre escritorios, donas y tazas de café, pasillos con plantitas y lámparas; Te preparas psicológicamente y cuando estas listo, entras a la simulación, donde enfrentas hordas de variados enemigos que lo único que hacen es correr hacia ti (gran parte de ellos) para matarte. Lo único que puedes hacer es disparar como enloquecido y eliminarlos lo mejor que puedas.

Realmente es algo sencillo, moverse, apuntar, disparar, huir, avanzar, eliminar al boss… ¡Ganaste! Bueno no, tienes que buscar items y conseguir llaves, para entrar a cuartos seguros y para mejorar tu arma. Lo más importante de cada partida, eso, mejorar tu arma. También es lo más divertido en realidad.

Un gameplay sencillo, fluido, y dinámico, donde el único “pero” que le encuentro, es que varios enemigos y sobretodo los bosses, son esponjas de balas, entonces hay ocasiones donde puedes llevar una buena partida, pero se extiende tanto la duración, que terminas perdiendo. Algo un tanto decepcionante, pero que no llega a la frustración.

Las mecánicas no hacen el pastel

Parece ser que la mayoría de nuevos lanzamientos indie caen en este problema, donde la atención recae tanto en la mecánica de juego y los gráficos, que olvidan o pasan por alto el factor emocional, ese algo que engancha al jugador… Salvar a la princesa (aunque sea un cliche, controversial en estos tiempos), construir un reino, salvar a tus compañeros, “recuperar el resonador”, etc.

Preparan un pastel que se ve hermoso y delicioso, al cortarlo el panque está esponjoso y fresco, pero no tiene más relleno, ni fruta, ni crema, ni al menos Nutella… Y si, te puedes comer unas rebanadas, y solo eso, ni el pastel completo, ni quizá vuelvas a comprar otro.

El tesoro al final del arcoiris de neon

Con lo anterior y en general, Hypergun es un buen juego, donde sus puntos favorables son bastante sólidos y los flojos bueno, pueden acusar mi opinión de gusto meramente personal ¿Lo recomiendo? En una industria que se divide entre multijugadores genéricos en busca de la gloria del eSport, y los fundamentalistas que se empeñan en crear experiencias narrativas, por supuesto que sí.

Para pasar un rato, invitar a los amigos, jugar durante una fiesta, o esmerandose por un nuevo record, Hypergun lo tiene todo. Incluso para volver 20 años atrás con el poder de hardware actual.