Un astronauta despierta en medio de la nada… o al menos eso es lo que piensa al inicio.

Creado, escrito y dibujado por el varias veces ganador del Eisner Award, Ted McKeever´s (Plastic Forks, Metropol), esta primera de cinco partes publicada por Image comics y Shadowline sin duda llama bastante la atención no por la historia en sí, si no por la forma como se cuenta.

Presentando un buen arte en blanco y negro, el cómic comienza cuando un misterioso astronauta despierta sin lograr recordar quién es él, por qué lleva un traje, cualquier asunto con su pasado, y que hace allí, un lugar que a primera vista parece estar totalmente desierto, pero que más tarde nos muestra estructuras como una feria, puestos de comida y algún cierto parecido con una típica ciudad americana, lo cual por supuesto (y por un lado) logra desconcertar al lector al mismo punto que al protagonista.

Página a página el misterio se mantiene y solo se revelan detalles como otros personajes (bastante pintorescos) quienes mueven un tanto más, el mundo extraño que estamos visitando. Pareciera en este punto que el escritor hábilmente plasma la misma duda que siente aquel astronauta y la planta sobre quien lee este cómic, de forma que con la ayuda de pictogramas en lugar de texto (en repetidas ocasiones) uno se percata de lo ajeno, una manera básica de comunicación nos es mostrada para que cada quien entienda lo que logre imaginar.

Es así como este inicio de historia se mueve, a traves de una búsqueda por comprender el lugar en donde se está y la lucha por comprender a quienes nos rodean (o en este caso al astronauta), en verdad un logro que por medio de ilustraciones y diagramaciones nos cuentan mucho en realmente pocas palabras y quizá lo más importante, hace que nos importe lo que le sucede al personaje.

Personalmente estaré al tanto de cómo se desarrolla esta serie de cinco partes y pienso que cualquiera que tuviera la oportunidad de leer dicho material debería hacerlo sin dudarlo.