Gears of War

Yuri Pérez Taylor Fecha: 12/10/08 Sección: Cómic Reseñas

Ahora si “estoy cagado de miedo” Gears of War tuvo una transición a cómic desde el popular videojuego para xbox 360.

Todo empezó en el 2006, cuando después de varias demostraciones en ferias de videojuegos como son las del E3 (Electronic Entertainment Expo) y Tokyo Game Show, un juego llamado Gears of War o “Máquinas de Guerra” salió a la luz. Millones de jugadores entonces se sumergieron dentro de una historia y un personaje, Marcus Fénix. Este juego exclusivo del xbox 360 mostró sin duda (aparte de desmembramientos con sierras eléctricas) la potente capacidad gráfica de la consola de Microsoft y rápidamente se convirtió en la insignia de la consola al igual que la saga Halo.

La historia antes del juego.

En un futuro lejano, en un planeta llamado Sera, la humanidad ha encontrado un nuevo hogar. Pero como es costumbre, el consumo desmesurado de los recursos orilló a las naciones a pelear por la última fuente de energía llamada Emulsión… Esta guerra duró setenta años y tuvo el nombre de “La guerra del Péndulo”. Muchos murieron. Y cuando ya no podía empeorar mas, ellos salieron de la tierra. A ese día se le nombró como “Día de emergencia”; Hordas de una raza no descubierta comenzaron rápidamente a masacrar y destruir todo vestigio humano como si quisieran borrarlo para siempre del planeta Sera. Eran los Locust, las naciones tuvieron que olvidarse de su lucha por la Emulsión y formaron un grupo llamado COG (Coalición de Gobiernos Organizados), sus soldados más tarde serían conocidos como Gears o “Máquinas de Guerra” el escudo que portarían sería el de un cráneo rojo visto de frente dentro de un engrane de acero. La carnicería empezó, los cielos se tornaron rojos, las ciudades eran aplastadas por esos monstruos con piel de lagarto que habían salido de las entrañas de Sera. Mientras, los Gears perdían rápidamente a sus números dentro de las batallas obligando a la COG a sacar prisioneros ex militares de sus celdas para entrar en lucha. Uno de ellos fue Marcus Fénix.

Al final, en un movimiento desesperado, los humanos dispararon todas sus armas en el espacio contra sus propias ciudades, deseando con fuerzas que así aniquilaran a su enemigo Locust.

Pero no dio resultado, ellos siguieron saliendo de las profundidades del planeta Sera. Una pesadilla sin fin había comenzado…

El cómic… Los hechos entre Gears of War y Gears of War 2.

Algunos se preguntarán ¿Por qué relato la historia de Gears of War? Bueno… Eso es sencillo de responder, y es que por más fan que soy de este videojuego, tengo que reconocer que el cómic en si no tiene ningún argumento, ni planteamiento, ni presentación de personajes, ni nada que amerite leerlo a profundidad. Simplemente es un cómic que página tras página te hace preguntar más de una vez ¿Por qué sigo leyendo? Y es que uno de los errores de este título es que no se explica nada, se mencionan eventos, lugares, pero si uno no esta realmente informado de los acontecimientos desarrollados en el juego y en su historia, simplemente todo pasa sin merito alguno. Y para colmo uno descubre (seas fan o no) que al leer, sientes que los personajes no hacen nada más que moverse de un lado a otro como “accidentalmente” o sin objetivos.

Aparte debo decir que acostumbrado ya, al arte original del videojuego, la presentación tampoco es muy buena, me pregunto ¿Cómo los señores de Wildstorm y Epic games pudieron aceptar tal cosa? Bueno, los dibujos no son tan malos pero… ¿En serio?

En fin, de una vez aclaro que esta no es mi palabra final al cómic, pues aún faltan números y quizá el desarrollo venga después. Aunque claro está, “el camino ya esta trazado” y para no perder las esperanzas a una historia, próximamente saldrá a la venta un libro escrito por Steven L. Kent, inspirado en los acontecimientos antes del videojuego, llamado: “Gears of War: Pendulum War, The battle of Aspho fields”

Recomiendo el cómic de Gears of War sólo si eres muy fanático del videojuego y lo quieres añadir a tu colección. También si eres fan de los desmembramientos ensangrentados sin sentido.