Ayasa: Shadows of Silence | Reseña

Ayasa: Shadows of Silence, disponible ya en PC (Steam, Epic Games Store), es uno de esos juegos que empiezan sin saber muy bien qué esperar, y que cuando ya se dan cuenta, están totalmente sumergidos en su mundo extraño y silencioso. Es una aventura que no tiene diálogos, ni texto que explique todo, y aun así cuenta una historia clara y emotiva que sin duda les va atrapar.

Desde el momento en que pisan el Mundo Invertido, saben que esto no es un simple juego de plataformas con ambientación bonita; cada mundo que nos muestran funciona como una metáfora visual, y verdaderamente no hace falta que nadie nos diga qué está pasando. Hay escenarios que parecen sacados de un sueño inquietante, otros parecen ilustraciones vivas, y algunos simplemente harán que nos detengamos para admirar su estilo único, así que su narrativa visual es bastante poderosa, y ayudada de una buena banda sonora y efectos de sonido, el juego sabe meternos en su historia.

Aunque visualmente podría confundirse con un juego contemplativo, Ayasa: Shadows of Silence es mucho más que caminar y admirar paisajes, es una aventura que nos llevará por acertijos, mecánicas de iluminación para revelar caminos, momentos de plataforma y la opción de desbloquear habilidades para interactuar con el entorno. Además el título maneja un sistema de moral donde nuestras decisiones van a importar en el desenlace, llevándonos por pequeños actos de compasión o indiferencia que van moldeando el destino de Ayasa. Esto da lugar a dos finales, ambos con un impacto emocional, dependiendo de si logramos restaurar el equilibrio o si fuimos consumidos por la misma oscuridad que intentábamos detener.

Quizás el aspecto más memorable del juego sea su arte, claramente inspirada en la estética surrealista y expresiva de creadores como Tim Burton, René Laloux, Robert Sahakyants y Miyazaki. Aun así Ayasa: Shadows of Silence consigue una identidad propia, donde cada imagen parece una ilustración en movimiento, con tonos apagados, contrastes fuertes y una oscuridad que nunca es una simple sombra, sino un personaje más. Los mundos, reforzando la narrativa, respiran tristeza, belleza y amenaza al mismo tiempo, logrando que cada región se sienta como un capítulo emocional distinto. Igualmente y como ya había mencionado la banda sonora compuesta por Komitas es delicada, atmosférica y muy efectiva, así que, en ausencia de diálogos, la música también se convierte en la voz del juego.

A pesar de tantas buenas noticias, si bien el juego brilla artísticamente, su acabado técnico todavía necesita mejoras, pues hay animaciones que podrían ser más fluidas, asimismo existen algunos errores de colisión, pero nada que arruine la experiencia. Esperemos que con el tiempo el equipo de desarrollo vaya entregando actualizaciones que ayuden al rendimiento.

Ayasa: Shadows of Silence no es un juego para quienes buscan acción constante o un terror directo. Es una experiencia atmosférica, lenta y simbólica, diseñada para jugarse con calma y dejarse absorber. Ofrece una historia que sin pronunciar una sola palabra, nos lleva por un mundo que se siente como un sueño roto y unos rompecabezas que recompensan la curiosidad y la sensibilidad.

Si disfrutan del horror emocional, las narrativas silenciosas y los juegos que dicen mucho sin hablar, Ayasa: Shadows of Silence puede ser una joya que merece ser descubierta. Puede que el título no esté perfecto, pero lo que intenta hacer y lo que logra transmitir lo convierte en algo que recordarán después de haberlo terminado.

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