Regresa uno de los detectives más famosos, en esta ocasión para enfrentar a su peor enemigo.
Dirigida nuevamente por Guy Ritchie (RocknRolla, Lock, stock and two smoking barrels, Snatch, Revolver) es esta quizá, a diferencia de la anterior cinta, una historia enfocada en mayor forma en la acción; con grandes efectos visuales y fotográficos, detalles que gusten algunos y por otro lado, hagan preferir la película original a otros.
Algo curioso es como el personaje, el archienemigo de Holmes, el Profesor Moriarty cobró gran fuerza a pesar de originalmente haber aparecido en solo dos ocasiones (de forma directa) en las historias por Arthur Conan Doyle publicadas en 1893; sin duda un enemigo de igual inteligencia y astucia, quizá en algún sentido, más “centrado” que Holmes, pero de una alta peligrosidad y mente criminal que incluso el detective se dirige a él como “The Napoleon of Crime”.
Es en esta secuela donde se podría decir, toma bases de la historia “The Final Problem” donde admiramos un encuentro, una confrontación directa entre Moriarty y Holmes, una que en repetidas veces a lo largo de la cinta nos demuestra reales enemigos de igual magnitud para el raciocinio, obviamente dos fuerzas que chocan y que funcionan como detonadores para una historia llena de acción, misterio y una pizca de suspenso.
Como había mencionado anteriormente, es al menos a mi parecer un poco clara la “subida de momentos pirotécnicos” en la dicha secuela, algo que entretiene sin duda pero que convierte la cinta en algo más comercial, también se nota el ahora varias veces usado, momento en que el detective contempla y analiza sus posibles movimientos antes de ser atacado por rufianes, cosa que en la primera parte es algo así como “un detalle original” donde podemos contemplar la lógica que desarrolla el personaje aún en momentos de “vulgares peleas”… en fin, esta vez veremos el mismo estilo de secuencia más de unas tres veces, lo que al final, en el instante cúspide del climax se convierte en “otra más”, aún así algo que no arruina la película y que por cierto marca otra similitud con The Final Problem.
Las actuaciones son idénticas a la cinta pasada, se usan los mismos toques de humor y química entre el Doctor y el Detective, y la forma en como se van desarrollando y esclareciendo los misterios es igualmente parecida, en pocas palabras una formula sin mucho cambio que de nueva cuenta a funcionado; ahora, creo es más que inminente otra secuela, en lo personal una interesante pues habrá que notar que otras cosas se podrían tener bajo la manga quienes han llevado la adaptación del famoso personaje a la pantalla grande… y si me preguntan, prefiero más momentos de suspenso que los explosivos.
Para quienes vieron la primera cinta, sin duda esta es una digna secuela; la fotografía como ya es costumbre esta muy bien lograda y todo esta construido con mucho detalle. Al final Sherlock Holmes: A Game of Shadows tiene de todo un poco para satisfacer al publico (es muy accesible) sin embargo por otro lado, no se aleja de su calidad y no termina siendo una simple película para ver y olvidar.
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