Deep Rock Galactic: Survivor | Reseña

Definido como un juego de supervivencia y auto disparos, Deep Rock Galactic: Survivor nos entrega una aventura larguísima, con un exceso de rejugabilidad y muchísima diversión casual y sin tanto esfuerzo. El concepto de este título es bien sencillo: consiste en caminar nada más por un terreno alienígena lleno de piedras que no nos permiten avanzar normalmente, minarlas en automático con nuestro pico turbo poderoso, mientras un robot tipo Cl4pTr4p de Borderlands nos sigue, y nuestras armas se disparan por sí solas.

El chiste de esto es conseguir toda la experiencia posible de matar a los bichos raros que nos persiguen con pésimas intenciones, y cada subida de nivel nos ofrecerán tres mejoras aleatorias para escoger una de ellas la cual afectará a alguna de las características del personaje o su armamento, ya sea la velocidad de correr, de recarga de las armas, el daño provocado, la salud, la experiencia recolectada, el radio de recolección, etcétera, y así mejorar nuestro nivel como personaje para el resto del juego. Es importante señalar que este es un rogue-like así que veremos a nuestro protagonista morir muchísimas veces pero no tan rápido, esto con la intención de ir mejorando paulatinamente entre raids, ya que en cada uno de ellos no solo minaremos piedras inservibles sino que hallaremos metales y/o minerales que servirán para intercambiar por mejoras permanentes a nuestro personaje, idénticas a las que ya les hablé, por lo que cada raid tendrán la oportunidad de crecer y tener un mejor punto de partida para la siguiente.

Los gráficos son una parte importantísima del juego en este caso ya que son verdaderamente geniales, no son realistas sino más bien caricaturescos y con una paleta de colores súper bien cuidada y seleccionada, de hecho usan una gran iluminación, sombras y efectos especiales, así que por más que no sean realistas, los detalles hacen que luzca como un juego serio y muy bien producido. El sonido agrega un extra porque también es entretenido y no aburre por más que constantemente sean explosiones, golpes del pico y balazos más los sonidos de las criaturas horribles, sin embargo si no quieren ponerle atención, pues no es necesario hacerlo, podrían poner música de fondo y el juego seguiría siendo entretenido e interesante, pues da la sensación de que se ponen en los zapatos del protagonista quien estaría acomodándose los audífonos para oír sus canciones favoritas mientras mina un mundo inhóspito y sabiendo que sus armas lo protegerán todo el tiempo. Agradable idea.

Comenté que la rejugabilidad es excesiva, pero en el buen sentido de la palabra ya que en efecto moriremos seguido pero no tan rápido, lo que permite engancharnos en el personaje de inicio a pesar de que son cuatro en total pero que se deben ir liberando conforme avanzamos en los raids y los vamos terminando sobre todo, entonces si queremos desbloquearlos, sacar más ventajas, objetos de ayuda y abrir más escenarios lo que procede es eso, jugar intensamente sesiones largas y varias, lo que da al juego una rejugabilidad tremenda con cientos de horas frente a ustedes, honestamente una fórmula casi perfecta para no aburrirnos en un juego que se siente casual pero que nos drenará horas al por mayor.

VEREDICTO

Deep Rock Galactic: Survivor definitivamente es una súper recomendación para los que quieren subirle el sonido a su música mientras mueven el joystick y ven cómo todo se desarrolla frente a ustedes, con gráficos bien logrados, efectos especiales grandiosos y un avance progresivo que requiere constantes partidas y varias horas invertidas. Se siente casual pero no lo es y he ahí el gran triunfo de los desarrolladores. Un obligado que está disponible en el Xbox Game Pass que no deberían dejar pasar. De verdad.

Deep Rock Galactic: Survivor está también disponible en PC, Xbox Series X|S, y en noviembre llegará a iOS y Android.

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