Zombie Cure Lab | Reseña

Hay ideas que suenan increíbles sobre el papel: un laboratorio secreto en medio del apocalipsis, científicos bien intencionados que deciden no matar zombis sino curarlos, y una gestión tipo sim city con bisturí. Lamentablemente, Zombie Cure Lab, que llegó recientemente a PlayStation 5, toma ese concepto y lo transforma en una experiencia que se siente más como una guardia nocturna en urgencias que como un emocionante juego de supervivencia y estrategia.

Desde el primer momento, el juego deja claro que la acción no será su fuerte. Aquí no vienes a disparar a la cabeza, sino a construir laboratorios, administrar recursos y transformar hordas de zombis en humanos rehabilitados… o algo parecido. El problema es que, aunque la premisa es distinta, la ejecución es torpe. El ritmo es tan lento que a veces sentí que los zombis se estaban curando solos por aburrimiento.

La interfaz es poco intuitiva, con menús que parecen diseñados por un equipo de científicos de verdad (sin ninguna experiencia en videojuegos). Y aunque entiendo que la gestión de recursos en este tipo de juegos debe tener su grado de complejidad, aquí todo se siente innecesariamente enredado. Es como si el juego quisiera probar si tú también necesitas una cura mental después de unas horas de jugarlo.

Hablemos de los gráficos. En una consola como la PS5, uno espera cierto nivel visual, aunque sea un indie o un juego de bajo presupuesto. Pero Zombie Cure Lab parece sacado de una época en la que los zombis todavía usaban pantalones con cierre. Las texturas son básicas, las animaciones robóticas y los diseños de los personajes tienen tanto carisma como una caja de Petri. Si te acercas mucho al zoom, puede que hasta sientas que tus ojos están en peligro biológico.

El humor, que podría haber sido un punto fuerte (dado el tono ligero que el juego intenta tener), se queda en intentos fallidos. Hay situaciones absurdas —como zombis curados que deambulan sin mucho propósito— que podrían haber sido graciosas si tuvieran un mejor contexto o si el juego supiera reírse de sí mismo. En lugar de eso, se toma demasiado en serio para lo que realmente ofrece.

La curva de aprendizaje también es un problema. El tutorial es confuso, y más de una vez me encontré preguntándome si era yo el que necesitaba un manual de resucitación. El juego no guía bien al jugador, y muchas mecánicas se explican tarde o simplemente quedan a la deriva. No es una experiencia amigable para quien entra por curiosidad, y mucho menos para quien busca algo realmente entretenido.

Eso sí, le reconozco cierta originalidad en su planteamiento. No todos los días te topas con un juego donde la misión principal es deszombificar al enemigo. Y para los fans empedernidos de los juegos de gestión, tal vez haya aquí un rincón de diversión escondido entre los montones de microgestión, aunque tendrán que excavar hondo con paciencia y tolerancia al tedio.

VEREDICTO

Zombie Cure Lab es una idea simpática que, lamentablemente, no logra entretener. Entre gráficos poco pulidos, ritmo soporífero y una ejecución que no hace justicia a su premisa, el juego se queda atrapado entre el “hubiera sido” y el “mejor no”. Tal vez en otro universo, con más presupuesto y mejor dirección, esta propuesta hubiera sido una joya indie… pero en este, es simplemente un juego que curará a tus zombis, pero pondrá en coma tu diversión.

Zombie Cure Lab se encuentra disponible en PS5, Xbox Series X|S y PC (Steam).

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