
Antes de continuar, tengan a bien saber que Sonokuni sí es en efecto un juego inspiradísimo en la saga de Hotline Miami, no hay cómo negarlo ni decir “es que solo se parecen mucho”, no, en definitiva los creadores DON YASA CREW tomaron todo lo posible de dicha serie y lo plasmaron con su historia original y música que igualmente es sumamente rara pero a la vez pegajosa.
Aquí la reseña.
En un mundo biotecnológico inspirado en la mitología japonesa, donde los enemigos son mutantes al parecer mezclados con plantas, Takeru quien es la protagonista, será encargada de matar a una súper potencia mutante siempre y cuando pase por escenarios sumamente surrealistas y aniquilando a todos los esbirros posibles, así como jefes de nivel.
No están preparados para los escenarios pero sí para los colores y la música, pues utilizan un aspecto muy neón con colores vivos como el rosa, amarillo, verde, azul, y con fondos que a veces parecieran ser un tramado o un animal print con una paleta muy clara que por momentos da la impresión de que no hay piso alguno, y en otras ocasiones se verán envueltos en un laberinto de al parecer circuitos electrónicos. Los escenarios no tienen ni pies ni cabeza, de verdad que aquí el orden no existe pues lo principal es seguir la línea que se nos marca y matar a todos los que se nos pongan enfrente. Dicho esto, lo interesante del juego, lo que replica de Hotline Miami, es la dificultad.
Se tienen tres dificultades en Sonokuni, la primera es la más sencilla pero a la vez será un verdadero reto en ocasiones, y las siguientes es exactamente lo mismo pero con menos tiempo y menos ocasiones de ataque. Les explico.
Takeru tiene el poder de esquivar y golpear, ambos son giros y no pueden ser usados nomás porque sí, hay que saber distinguir el color del ataque enemigo para saber si se debe de eludir o contragolpear para regresar el proyectil. Y el tercer poder es el de controlar el tiempo, para ser más exactos, Takeru puede ralentizar el tiempo para planear sus ataques bajo la marcha, evitar los proyectiles o quitarse del camino de enemigos que aplastan al pasar por su trecho. Si a esto le agregan que hay locaciones donde los ataques son entre más de seis o hasta siete villanos, la cosa se pone pesada gracias a que todos embestirán al mismo tiempo y como son diferentes patrones, entonces lo complicado está en quitarse a tiempo de todo lo que nos avienten.

No se oye tan intrincado cuando sabemos que podemos ralentizar –no detener- el tiempo, el problema es cuando subimos la dificultad pues ahí los ataques no se pueden desencadenar uno tras otro, hay que darle un tiempo de refresh, y el poder del tiempo solo dura unos instantes, no como en el modo FÁCIL donde es ilimitado el uso de este privilegio. ¿Ya ven por qué sí está canijo?
Ah sí, olvidé un detalle: no tienen barra de vitalidad. En cuanto un golpe enemigo los alcance, morirán de inmediato. Pequeño detalle. La ventaja es que el juego reinicia en la última puerta atravesada, no empieza desde el principio del nivel. Al menos tenemos eso.
Si jugaron Hotline Miami y les encantó, este tendrá el mismo efecto a pesar de que no hay situaciones “realistas”, nada de armas como en el otro y no enfrentamos a personas, acá todo es producto de la retorcida mente de los desarrolladores y así está perfecto, no es queja. Pero la recomendación es que se pasen el juego en el modo sencillo para que aprendan a moverse y a entender los ataques de todos los enemigos y jefes, después ya se pelearán metiéndose en camisa de once varas con el modo normal y el difícil. O mejor no lo hagan. Depende de ustedes.

VEREDICTO
Las calificaciones en Steam no dejan de reconocerlo como una inspiración de Hotline Miami, y tampoco dejan de decir lo bueno que es y concordamos en lo absoluto, por desgracia el juego apenas hizo su aparición en Nintendo Switch y en Steam, por lo que los usuarios de PlayStation y Xbox no podrán ponerse a prueba en este gran título independiente que debe estar entre el top de compras para los amantes del género y de los indies.
Sí, Sonokuni es un juego que deben de probar, y meterse de lleno no será opción ya que la frase “¿cómo me voy a morir así?” será constante pues evidentemente la muerte es inevitable y por decenas de veces, eso al menos en FÁCIL. Cuando lleguen a NORMAL serán por centenares.

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