
Si van a preguntarme de qué diablos trata este juego, mejor prepárense para que les dé el avión porque neta no entendí porqué un monstruo maligno rapta a los niños que Xiaolang está tratando de rescatar, pero básicamente es ese el pretexto para embarcarnos en una aventura sumamente entretenida y no hecha para los que quieren un juego casual.
No se dejen llevar por el pixel art en 2D en que Shadow of the Orient está realizado, porque incluso por ser un plataformero podrían tirarlo de ser uno fácil pero oh no, no podrían estar más equivocados pues es un juego que pone a prueba no solo los reflejos con la cantidad tremenda de obstáculos que hay, sino que también nuestra paciencia ya que a veces para sobrevivir será mejor esperar a avanzar o atacar pues por momentos enfrentaremos a rivales que nomás por su posición tienen mucha más ventaja, o su arma es amarga distancia o simplemente son más fuertes, así que lo mejor es de verdad ser pacientes.
Shadow of the Orient se presenta con escenarios maravillosos llenos de detalles hermosos obvio todo en pixel art, por lo que la dirección de arte puede sacarse un 10 desde ahorita ya que no tiene fondos así pinchurrientos sin sentido y apuesta por ponernos lugares bien hechos para que sea todavía mayor el impacto visual. Cabe destacar que el juego no precisa de armas turbo potentes o muy exageradas pues como pelearemos principalmente con nuestros puños, en realidad la fuerza del personaje viene de ahí. Pero ahí no queda la cosa, también hay armas ya lo dije, solamente que duran ciertos golpes, como si fuera The Legend of Zelda, y hay poderes que igual duran nomás algunos embates, por lo que no esperen traer toda la artillería pesada durante el resto del juego.
Pero vamos a seguir hablando de si me divirtió o no el juego, porque pues para eso es un juego ¿no? Shadow of the Orient es realmente divertido, no solo por el hecho de los combates sino de la extensa exploración que requiere como cualquier juego de plataformas, y como tal también tiene muchas cosas por descubrir haciendo lo que más nos gusta hacer a los gamers: destruir cosas, y en este caso son recipientes y paredes, sí, como cualquier otro juego. Al romper esto encontraremos gemas que evidentemente sirven para mejorar o comprar objetos, como cualquier otro juego.

Entonces, si es como cualquier otro juego ¿qué lo hace diferente? No es que sea diferente o que hayan inventado el hilo negro, si incluso somos muy quisquillosos el juego como tal no aporta algo nuevo porque en serio, no lo hace. Lo que sí hace es proponer una aventura un poco diferente al clásico “puro jefe de nivel” o “muchos malos y luego el más malo de todos” o “nomás mátalos a todos y ya pasaste”, más bien es un juego que literal te pide explorar mucho, pelear mucho y además tratar de atacar por la espalda que es donde más daño harás a los enemigos. Repito, no estamos ante nada nuevo, pero tanto la presentación, como las peleas rápidas, el concepto de atacar por atrás, las plataformas y la cantidad tremenda de obstáculos hacen que Shadow of the Orient sí sea un juego que podemos agregar a la biblioteca de “títulos que debo un día terminar”, yo en lo particular no lo borré una vez terminé esta reseña, en realidad sí lo puse en mi lista especial de juegos especiales que terminaré de manera muy especial. Carita sonriente por favor.

VEREDICTO
Es raro ver a un peleador tan aguerrido en pixel art y siendo de talla tan pequeña, pareciera uno de esos peleadores chiquitos de la AAA en México, pero luce bien una vez que todo está en proporción, y más cuando vemos sus poderosos puños.
Y en general Shadow of the Orient sí es una propuesta poderosa, una que pueden de verdad tomar en cuenta si buscan un juego que no sea de estos súper famosos de la vida y que se anuncia por todos lados, este no es eso pero sí ofrece divertirnos un ratote grande, mínimo unas 20 horas y todavía mucho más si van en busca del platino. Vayan, no sean tímidos.
Shadow of the Orient ya está disponible en Xbox One, Xbox Series X|S, PlayStation 4, PlayStation 5 y Switch.

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