JDM: Japanese Drift Master | Reseña

JDM: Japanese Drift Master por Gaming Factory es, ante todo, una carta de amor a la cultura automovilística japonesa. Desde los primeros minutos queda claro que el juego está hecho para quienes sueñan con rugidos de motores asiáticos, rutas de montaña iluminadas por luces y curvas infinitas pensadas para derrapar. Y en ese sentido, el juego cumple mostrando todo el potencial que al menos en PC le dio tanta fama y que esperemos en consola se gane con el tiempo… y actualizaciones.

La propuesta es ambiciosa, se trata de un mundo abierto ficticio con más de 250 km de carreteras que recorren un mapa repleto de pueblos, puertos, pasos de montaña y zonas urbanas que se sienten vivas y perfectas para practicar drift. Explorar se vuelve una experiencia en sí misma, especialmente porque siempre hay una curva más que intentar o un mirador escondido que capturar en el Photo Mode. Así que, en este sentido, acompañados de una muy buena banda sonora, el juego es perfecto.

Para los fans de los autos japoneses, la selección de vehículos es uno de los mayores aciertos, coneocntrando marcas como Nissan, Honda, Subaru y Mazda que llegan con modelos icónicos —incluyendo nuevas incorporaciones como el GTR R35 EBA y el Honda NSX NA1— listos para ser ajustados tanto en lo mecánico como en lo estético. Por supuesto el manejo cambia de forma palpable conforme tunean cada máquina, y la sensación al derrapar se vuelve adictiva, especialmente en el modo Simcade, que ofrece un equilibrio entre realismo y accesibilidad.

Como dije, la banda sonora es otro punto fuerte, presentando J-music, phonk, eurobeat y sonidos de motor capturados con mucha fidelidad que hacen que cada descenso nocturno se sienta como una escena de anime. Además, la historia presentada con cinemáticas estilo manga, suma encanto y da identidad al viaje del protagonista, un extranjero que busca hacerse un nombre en la escena del drift nipón.

Sin embargo, no todo patina a la perfección, en Xbox Series S y X, el rendimiento deja que desear y por el momento encontramos caídas de FPS en zonas cargadas o en ciertos trayectos al derrapar o chocar, también hay popping evidente de objetos y texturas, y un HDR/Dolby Vision prácticamente roto que aplasta los detalles en pantalla, haciendo una imagen algo oscura y poco detallada. Aunque los gráficos son correctos y la ambientación destaca, se quedan por detrás de la versión de PC, especialmente en nitidez y estabilidad.

Aun así, el encanto del drift, las enormes posibilidades de exploración y la dedicación al espíritu de carreras de derrapes hacen que JDM: Japanese Drift Master tenga muchísimo potencial. Con más actualizaciones el título podría convertirse en uno de los referentes del género en consola.

Si aman el automovilismo japonés, las noches lluviosas en pasos de montaña y la cultura del drift, este título ya vale la pena… y promete valer aún más con el tiempo. JDM: Japanese Drift Master ya está disponible en Xbox Series X|S, con soporte exclusivo para gamepads, y se anunció que llegará a PlayStation 5 en el primer trimestre de 2026.

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