Aran de Lira es el personaje principal en esta historia, una donde un niño de nombre Adso nos acompaña para contarnos todo acerca de lo que va sucediendo en nuestro paso por este mundo de fantasía en el cual la Reina Nerea ha puesto un hechizo para convertir el acero en piedra, no sé para qué pero eso hizo, y nuestro deber es básicamente acabar con ella para que todo vuelva a la normalidad. La primicia del juego no es mala pero quizá no es tan atractiva pues básicamente es lo mismo que en cualquier juego, algunos más rebuscados que otros pero al fin y al cabo siempre alguien quiere mantener un yugo y un personaje principal sale al quite.
Pero en realidad la historia es lo de menos, Blades of Fire forja una jugabilidad bárbara y brutal.
Ok vayamos con lo más importante del juego, y es que en serio es LO MÁS IMPORTANTE DEL JUEGO. En Blades of Fire podremos forjar nuestras armas de entre las cuales hay siete categorías y es posible ponerles empuñaduras, tipos de filo, metales, runas con lo que las posibilidades son infinitas, o quien sabe si tanto pero no creo acabar con la cantidad tremenda de combinaciones posibles, además de que al hacerlas no solamente debemos empuñar el mazo que forma la cuchilla, sino que debemos golpear ciertas veces, enfriar el metal, acomodar el mazo y tratar de hacerla lo mejor posible pues la forja tiene un sistema de calificación del arma la cual va en estrellas, entre mejor hagamos el utensilio de guerra mayores las estrellas. Esto recae directamente en la durabilidad y eficiencia de la misma, porque todas las armas van perdiendo sus valores y tendremos que repararlas, pero como cualquier reparación es imperativo perder características. Aquí es la parte más innovadora del juego y deben de poner atención al tutorial porque no es tan sencillo forjarlas.
El combate es otro punto que me sorprendió de manera grata, ya que al enfrentar a enemigos estos tendrán partes de su cuerpo que se delimiten por colores para señalar que nuestra arma es o no propia para dañarlos, y es que con los botones derechos podemos seleccionar el tipo de ataque, ya sea lateral, por arriba o abajo, así que acorde al arma y la manera de empuñarla es que sabremos si será más sencillo golpearlo, de lo contrario será sumamente complicado bajarles vitalidad, por lo que la lectura de los combates es básica para ganarlos, no solo se trata de esquivar en tiempo, sino de acoplarnos a las armas que tengamos y al enemigo en turno. Una belleza de combate si me lo preguntan. Bueno, no preguntaron pero yo quise decirles.
Blades of Fire me recordó muchísimo a juegos como Warcraft por sus gráficos entre caricaturescos pero con acabados muy bonitos sin llegar a ser realistas en absoluto, pero es precisamente eso lo que da el plus visual en este juego ya que los sombreados, la iluminación y los colores todo combinado en escenarios tan grandes y llenos de recovecos para explorar, es que nos harán enamorarnos del mismo. Claro que la exploración es incitada por lo mismo de los pasadizos, las escaleras, construcciones entramadas y las montañas donde estaremos que gracias a su naturaleza accidentada, podremos tener o no el terreno elevado contra los enemigos. Hay que estar al tanto de esto porque los enemigos estén o no en nivel difícil, llegarán en multitudes considerables a atacarnos y aquí nadie espera, debemos ser inteligentes para enfrentar uno a uno, no sean atascados.
Y claro que por supuesto la rejugabilidad es tremenda ya que más allá de las 60-80 horas que más o menos uno se tardaría en acabarlo por la exploración y muertes que se puedan sufrir, la onda esta de querer tener muchas armas, forjarlas, obtener los trofeos por conseguir todas las empuñaduras y cada parte de las armas, más acabar el juego en el modo más difícil, hace que el tiempo de juego se extienda quizá hasta a más de 100 horas y eso mis amigos, es una belleza, porque están pagando por una aventura que vale cada maldito dolar. Oh sí, no hay más que decir que su dinero estará bien gastado.
VEREDICTO
Por supuesto que disfruté enormemente el juego a pesar de que no hice las 60 horas, pero no es necesario llegar a tanto para darnos cuenta que este juego debería estar nominado a Mejor Juego de Aventura sin lugar a dudas. La ambientación, la forja, los enemigos, el sistema de combate, la rejugabilidad, la música y por supuesto la historia -aunque choteada-, hacen una combinación casi perfecta de un título que seguramente tendrá continuación o algún DLC por ahí, ya que algún día vamos a desear estar en escenarios mucho más agresivos y con tintes más oscuros, algo más del estilo Dark Souls aunque este juego no sea nada parecido ni al entorno ni al combate, pero lo sombrío jamás se desdeña.
Blades of Fire ya está disponible en Xbox Series X|S, PlayStation 5 y PC (Epic Games Store).












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