
Atomfall, un juego de acción y supervivencia desarrollado y publicado por Rebellion Developments, conocidos por sus exitosas franquicias como Sniper Elite y Zombie Army, entrega ahora por medio de Xbox Game Pass, además de las plataformas PC (Steam, Epic Games Store, Microsoft Store), PS4, PS5, Xbox One y Xbox Series X|S, esta aventura en primera persona que nos llevará por un mundo abierto lleno de peligros, facciones, secretos y extrañas criaturas, en un entorno postapocalíptico que no se pueden perder.
En esta nueva propuesta, el estudio nos ofrece una experiencia ambientada en una versión ficticia del norte de Inglaterra, cinco años después del desastre nuclear de Windscale. En este entorno peligroso, repleto de personajes extraños y misteriosos, conoceremos el escenario perfecto para un juego donde la supervivencia es clave y cada decisión tiene un impacto en el desarrollo de la historia.
Sin duda el corazón de Atomfall es su historia de misterio. A medida que avancemos por sus paisajes pintorescos, pero plagados de peligros, descubriremos que no todo es lo que parece gracias a que conoceremos diferentes personajes con sus propias historias y motivaciones, además de otros a quienes podremos incluso matar, cortando así sus líneas narrativas; es un juego que brinda libertad en la exploración para que el jugador vaya revelando a su propio ritmo cada lugar misterioso y todo lo que ello conlleve. Los jugadores entonces debemos desentrañar una trama tejida por diversas narrativas interconectadas, donde el destino de los personajes está determinado por las decisiones que tomemos. Con un muy fuerte enfoque en la exploración, el diálogo y la investigación, cada paso que demos nos acercará más a revelar la verdad detrás del desastre nuclear y las fuerzas que lo rodean, incluidas agencias gubernamentales rebeldes y cultos misteriosos.
Aunque los entornos, con sus verdes colinas y valles exuberantes, puedan parecer tranquilos a primera vista, están llenos de peligros letales, desde animales salvajes hasta la amenaza constante de la radiación y los hombres armados, así como otras criaturas. La escasez de recursos hace que cada decisión de exploración y saqueo sea fundamental para la supervivencia, así que deberemos buscar suministros, armas y objetos esenciales, e incluso comerciar con otros supervivientes. Todo mientras tratamos de salir ilesos de cualquier altercado, pues a veces ciertos personajes no reciben bien a los extraños, y menos si nos atrapan husmeando.

El sistema de combate es desafiante, pero también permite adaptarse a nuestro propio estilo. Podemos elegir enfrentar enemigos de manera directa o usar el sigilo, lo que aporta una gran rejugabilidad y variedad en las misiones. La mecánica de supervivencia, que incluye la gestión de recursos y la creación de herramientas, es fundamental para progresar en el juego; también hay que mencionar que muchas veces no habrá munición de sobra, así que cada disparo debe ser bien pensando. Lo mejor de todo es que el juego da libertad de hacer ciertas cosas, como acabar con personajes o meternos en líos en una “zona segura”, por lo que da curiosidad cómo esto se desenvuelve.
Hay que aclarar que Atomfall tiene varios niveles de dificultad en diferentes apartados, desde el uso de pistas para una narrativa más ligera, hasta el sistema de supervivencia y el combate por ejemplo; así que también aquí hay libertad para elegir el tipo de experiencia que deseen. Estos detalles también agregan tiempo de jugabilidad e inmersión en la narrativa, pues si no deseamos pistas para saber a dónde ir, tendremos que hablar con personajes clave o realmente investigar el mapa y guiarnos con una brújula; si están buscando este tipo de juego, aquí lo tendrán, pero también hay oportunidad para una jugabilidad más casual y relajada. En cualquiera de estas formas el juego sabe intrigarnos con su mundo, el cual debo decir, es muy llamativo.

Atomfall se distingue por su atmósfera envolvente y su diseño de entornos. Los paisajes británicos, aunque bellos en su superficie, están llenos de una sensación de desolación y abandono, lo que refuerza la tensión que permea todo el juego. Los detalles en el mundo abierto son muy impresionantes, desde los restos de las aldeas hasta los edificios gubernamentales. Cada rincón del mapa invita a ser explorado, con secretos y misterios esperando ser descubiertos. Asimismo, hay zonas bajo tierra que invitan a ser exploradas con toda precaución. Las texturas y el diseño de arte son el plato fuerte sin duda, entregando imágenes casi de postal gracias al Modo Foto del juego. Eso sí, en Xbox Series S el juego funciona a unos 30fps y la calidad visual es menor por la alta cantidad de jaggies (o dientes de sierra) en pantalla, así que esperemos algún update pueda cambiar esto.
La música y los efectos sonoros son otros aspectos que contribuyen enormemente a la atmósfera, complementando la sensación de angustia y desesperanza que rodea al mundo. El juego hace un excelente trabajo al transmitir la incertidumbre de vivir en una zona de cuarentena tras un desastre nuclear, mientras nos sumergimos en un entorno cargado de secretos. Igualmente, y ayudando a la narrativa, hay una gran cantidad de notas para descubrir, así como algunos coleccionables, lo cual añade más horas a la campaña.

Atomfall es una propuesta fresca y ambiciosa que ofrece una experiencia de supervivencia profunda y llena de misterio. Con su profunda narrativa, mecánicas de exploración y combate, y un mundo abierto muy bien creado, el juego es una opción interesante para los fans del género; así que, si buscan una historia intrigante, llena de decisiones difíciles y un mundo abierto para explorar, Atomfall podría ser el juego perfecto para ustedes. Si tienen Xbox Game Pass, definitivamente no se lo pueden perder.

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