No sé qué diablos tienen los juegos de Mario Bros que sin importar de qué trate y muchas veces se repitan los conceptos o casi siempre sean básicamente lo mismo, todas las veces me termino enamorando del producto entregado sin importar si innova o no o la idea es completamente original o no se parece en nada a lo anterior, y es que los juegos que presenta Nintendo de su personaje insignia generalmente repiten fórmula pero meten algo nuevo, o reciclan pero de manera grandiosa.
Mario vs. Donkey Kong es una contienda divertidísima de como Mario debe abrir puertas y recolectar mini Marios para después vencer a golpes muy sencillos al chango más emblemático de los videojuegos. Cada episodio está dividido en seis niveles, y estos mismos en dos de los cuales el primero consiste en abrir una puerta con una llave de oro gigantesca la cual debemos atrapar en este concepto de plataformas, para después pasar a recolectar al mini Mario en otro escenario muy parecido al inicial. Al completar la media docena de niveles, podremos entrar a la etapa final donde hay que guiar a todos los mini Marios hasta un baúl, que a su vez se convertirán en vidas durante el último pasaje que consiste en golpear varias veces a Donkey Kong para ganar y continuar al siguiente episodio. ¿Qué es lo más divertido de cada nivel? Recolectar todos los regalos literales de cada uno, así como meter a todos los mini Marios en el baúl y no dejarse golpear por Donkey Kong, una vez logrando todo eso las estrellas grandotas serán obsequiadas y no hay nada más bonito que ver todos los niveles de Mario vs Donkey Kong con esos astros brillantes y dorados. Me muero de la emoción de conseguirlos todos.
No hay nada que reclamarle a Nintendo sobre el diseño gráfico del juego pues es el clásico de Marios Bros, desde los escenarios, los personajes y por supuesto las animaciones, así que en este departamento solo puedo decir que me encantó y me enamoré como siempre, y como siempre me enojé a rabiar por morir en situaciones tan tontas como caer en la lava, dejarme tocar por los enemigos o caer en las garras de Donkey Kong por no fijarme que me estaba aventando un objeto tan lento pero a la vez tan amenazador, y pues caí en la trampa. Como es de esperarse el rendimiento en la consola Switch es fluido y sin percances, pues como el juego es de casa saben perfectamente las limitantes y potencia de su sistema, lo cual para muchos desarrolladores parecería un misterio pues no logran equiparar el desempeño de cada juego de Mario sin importar la cantidad ni calidad de efectos especiales. Chulada pues de juego en la parte visual.
Como cada título de Nintendo sobre su estandarte, la calidad en todos los aspectos es notoria y no sobra recalcar los detalles maravillosos que hacen de este juego una opción perfecta para la familia, el niño, el señor o señora de la casa, el joven estudiante o el adulto promedio, el ser humano promedio pues, ya que no falla en nada y es exitoso en ser un excelente juego para divertirse y sufrir de vez en cuando con las complicaciones comunes de los juegos de plataforma, o por el simple hecho de querer obtener todos los premios habidos y por haber, lo cual no es raro y es maravilloso.
Les debo el veredicto en esta ocasión porque realmente no se puede hablar mejor del juego que nos presenta Nintendo sobre dos personajes míticos y épicos de la compañía nipona que han logrado ganarse el cariño del público que hemos crecido con ellos y no dejaremos de amarlos por ser tan geniales. Así como este juego que literalmente estoy amando.
Mario vs. Donkey Kong ya está disponible para Nintendo Switch y no se lo pueden perder.
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