DO MY BEST y tinyBuild no necesitan pagarme para lo que voy a hacer a continuación, ya lo hicieron con el código del juego que me explotó la cabeza, hablo de The Bookwalker: Thief of Tales, un título que se ve increíblemente AAA pero que es total y absolutamente indie, una joya de la corona, un titulazo, juegazo de principio a fin y que con sus mecánicas de juego y facilidad de perderse en los diálogos, consigue entregarnos una verdadera obra de arte que rompe el medidor de calificación de su tan entrañable Kopodo. Jamás me imaginé que este código de 12 caracteres para cambiar este juego en la PlayStation Store, fuera a hacerme sentir tan dichoso de tenerme horas enteras pegado al control gracias a su magnificencia.

The Bookwalker: Thief of Tales es un juego que maneja dos vistas, en primera persona y en tercera, la cual relata la historia de un ladrón de objetos y adminículos provenientes de libros pero contratado por un coleccionista que obviamente es un criminal. Sí, de objetos de libros. La magia de este juego reside en que Etienne -nuestro protagonista-, tiene el poder de entrar a los libros y pasearse entre sus locaciones, platicar con los personajes de la historia, cambiarla con su poderosa tinta, pelear con ellos, hacer uso de cualquier objeto dentro del relato y todo con la finalidad de robar el artículo ordenado por el coleccionista y regresar al mundo real con el dicho y entregarlo para cobrar su recompensa. Suena increíblemente fantástica esta historia y lo es, en verdad lo es porque la manera en que se narra todo lo sucedido en el juego, ya sea por él, por los personajes con los que interactúa y sus acciones, son narradas como se haría en un libro, con las mismas palabras, prosa, paciencia y tiempos que se describen en un libro, por lo que los textos a pesar de que son muchísimos, sin duda generan esa atmósfera que intenta recrear un libro, ayudado claro de la impecable música que de inmediato denota el tipo de situación, y la dirección de arte, que es extremadamente hermosa.

Cada libro que comprende la aventura -los cuales son siete más el epílogo-, son en épocas y civilizaciones diferentes, incluso me atrevería a decir que fueron pensados en mundos paralelos y otros inspirados en ciertas mitologías ya conocidas como la nórdica. Ningún libro tiene nada que ver con alguno de los demás, todos son historias diferentes y lo único que los une es el principio de que Etienne debe robar algo de ahí, por lo que el resto de los manuscritos son independientes y de hecho gracias a la selección de capítulos, al terminarlos podrán repetirlo en caso de que quieran hacer un final diferente, lo que libera trofeos por realizar ciertas acciones o conseguir objetos en cierto estado físico, ya que nuestros diálogos acarrearán acciones que pueden o no ser cambiadas, pero sí son definitorias así que deberán continuar el resto de la historia cargando con el peso de que entregaron un artefacto maltrecho, porque sí sucede, y me pasó por tonto. Algo interesante del juego es que tendremos la posibilidad de “despertar” del libro y regresar a la vida real para recolectar objetos que nos sean útiles en el mundo del libro, para esto deberán también tocar puertas literalmente de sus vecinos para pedirles favores, o entrar a la cocina del complejo de departamentos donde vive Etienne, mismo en el cual recibirán el maletín donde vienen los libros y el cual deberán entregar al finalizar la misión.

La investigación y exploración generan una especie de rompecabezas no solo para encontrar el objeto en cuestión sino que también sirve para conseguir entrar en lugares que nos obsequian artículos sin valor que bien pueden ser convertidos en tinta, o en comida que nos ayudará a aumentar vitalidad cuando se dejan venir las peleas. Los combates son realmente entretenidos aunque de antemano se sabe que este juego no se concentra en las trifulcas a pesar de estar bien hechas y ser por turnos, lo que nos permite pensar bien cómo queremos combatir al enemigo. Para empezar los ataques son simples pero efectivos, como golpear, drenar tinta a los combatientes, noquearlos, y más adelante en el juego saldrán otros objetos muy curiosos como una muñeca vudú, pistolas, escoba voladora y hasta una túnica de invisibilidad, sin embargo como ya dije, los pleitos no son para nada en lo que está concentrado el juego a pesar de tener varios de ellos y hasta peleas con jefes finales en algunos libros. La creación de la tinta sirve en los combates para ciertos ataques, y a pesar de que podemos crearla con basura, es posible drenarla de los enemigos así que no teman por este factor, será casi imposible perder una batalla por falta del líquido vital del escritor. Repito, los pleitos no son como en otros juegos pero sin duda generarán expectativa y será una buena bocanada de aire fresco después de la exhaustiva investigación y los textos que como ya dije sí son muchísimos.

VEREDICTO

Acabar The Bookwalker: Thief of Tales no tarda más de 6-8 horas pero se puede alargar a unas 9-10 en caso de leer exhaustivamente todos los textos, pero si desean sacar el platino entonces ahí sí viene lo interesante porque habrá probablemente una duplicación del tiempo debido a que ahora deberán ser más específicos en los textos para seleccionar lo que les permita desbloquear el trofeo.

Más allá del tiempo que se tarden en obtener todo lo que desean conseguir de este juego, lo que más conseguirán es enamorarse de la historia y de la jugabilidad, por lo que si desean es un impacto eterno en sus corazones, The Bookwalker: Thief of Tales es la elección idónea y perfecta que además viene por un precio pequeñísimo para la aventura que es. No tengo más palabras que decir, solo una calificación perfecta para esta historia maravillosa.

The Bookwalker: Thief of Tales ya se encuentra disponible en PlayStation 4, PlayStation 5, Xbox One, Xbox Series X|S, PC y en el servicio Xbox Game Pass.