Salt and Sacrifice | Reseña en Nintendo Switch

Ya se divirtieron los muchachones guapos de PlayStation y los terrenales de la famosa “PC master race” con Salt and Sacrifice, y ahora les toca a los plebes de Nintendo Switch para darse rienda suelta a un juego que emula de manera “diferente” a la saga más famosa de los juegos complicados de peleas y esquives, Dark Souls.

Sin duda no hay mucho más que añadir de lo que previamente comenté en la reseña para la consola de Sony, sin embargo asumiendo que no la leyeron -y harían muy mal si no lo hicieron- me aventuraré a contarles de que va esta historia.

Salt and Sacrifice es la continuación a Salt en Pepper, ah perdón no, a Salt and Sanctuary pero traída a la consola de Nintendo actual, y relata la hazaña de un protagonista que muere a manos de un ser increíblemente poderoso que ahora despierta en una cueva cercana a un campamento seguro para él donde habitan personajes que ayudarán a desenmarañar los misterios de una tierra que contiene enemigos por doquier esparcido en un título 2D plataformero y con varias cuevas que contienen más de ellos, aparte de estar diseñados para combatir desde otras plataformas con su pequeña variedad de armas. La osadía no es sumamente difícil cuando se trata de los villanos más leves y genéricos pero se ostenta como peliaguda una vez nos encontremos con rivales grandes y de ataques superiores que bien podrían acabar con nuestra barra de vitalidad en míseros dos o tres tortazos.

Salt and Sacrifice tiene un diseño visual en dibujos hechos más no “bien hechos” así deslumbrantes, por lo que será muy casual en ese aspecto, no quiere decir que lo desdeño pero tampoco lo alabo pues siento que pudieron haber tenido más cuidado en su tratado, pero no nos concentremos en eso pues conforme avancen hallarán algunos enemigos y escenarios “bien a secas”, añadiendo un factor tétrico en algunas cavernas pero reducido con la iluminación contenida, es decir no hay nada de qué preocuparse en cuanto a la visibilidad de los enemigos, plataformas, caminos y obstáculos. Todo eso bien a excepción cuando intentan subir o bajar escaleras pues el control podría jugarles malas pasadas si no tienen cierta exactitud en su manipulación.

Para poder viajar entre lugares es necesario replicar fórmulas con runas que ya están en los portales dispuestos para eso, y con dicha combinación podrán asistir a dichos lugares que obviamente cambian el tipo de escenario, rivales y por supuesto los ansiados jefes de nivel que sí se complican por la réplica de la tan socorrida receta de cocina de Dark Souls. Las armas a usar están conformadas por espadas en su mayoría y por un inútil arco con flechas que nomás no ayudan tanto por la atropellada manera de usarse, y sean atentos a mi advertencia: no usen dicha herramienta cuyo uso es básicamente en situaciones de poco peligro y ya.

Por desgracia y como han podido leer en mis comentarios sobre la experiencia vivida nuevamente en Salt and Sacrifice pero ahora en Nintendo Switch, no hay manera de no relacionar este juego con Dark Souls pero en resolución baja, 2D y plataformas, pues la mecánica es la misma de atacar y esquivar, morir a cada rato contra rivales poderosos, guardar su avance en fogatas y aparte recolectar todo lo perdido en cada muerte, así que no podría ser más explícito en decirles que si tenemos la opción de jugar el título padre de todos los títulos complicados, mejor realicen dicha compra a menos que ya lo hayan hecho y terminado en su totalidad.

VEREDICTO

Salt and Sacrifice es una aventura réplica pero con ciertos factores que lo hacen distinto dentro de lo que cabe, con gráficos decentes pero no hermosos ni de cerca, mecánicas familiares y con un nivel de combate asequible por momentos y complicado en tantos otros. Una alternativa para los que aman el género pero desean una mirada distinta a los hechos pero con los mismos tintes de las decenas de juegos inspirados en la famosa saga preexistente.

Salt and Sacrifice está también disponible en PlayStation 5, PlayStation 4 y PC a través de Epic Game Store y Steam.

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