A Perfect Day | Reseña

Un juego que se mete con los sentimientos y sensaciones de un niño de primaria, género Point&Click y con un diseño gráfico bastante atractivo, es lo que ofrece A Perfect Day, una aventura donde el tiempo importa, las decisiones y el nerviosismo del protagonista que intenta por todos los medios entregar una carta navideña al “amor de su vida”, o al menos él lo siente así pues a esa edad es re fácil enamorarnos.

Lo visual es lo más importante en este juego, que no les digan que es la historia porque esa es bastante floja, promete de inicio con la primera línea del protagonista y luego se convierte en algo extrañísimo que consiste en repetir el día pero no como en el “Día de la marmota”, sino porque acabarán el juego en cuanto finalice el 31 de diciembre de 1999, entonces ahí concluyen y pueden iniciar la aventura a ver si ahora sí logran entregar la bendita tarjeta navideña. Entonces lo visual sí es lo más importante porque los dibujos están hechos a lápices de colores y honestamente son hermosos, no están animados y no hay un ápice de que se vaya a mover algo, sin embargo no es impedimento para ensalzar su belleza y gran creatividad. Todos los escenarios están sumamente bien detallados, los personajes son fácilmente identificables y las expresiones faciales van totalmente acorde a los textos que se leen. Por desgracia no hay diálogos y el pobre sonido de fondo termina por hacer la aventura más tediosa de lo que me pude imaginar.

La historia en A Perfect Day es sobre este niño y su deseo imperioso por entregarle la tarjeta navideña a una compañera de su escuela, pero para eso debe llegar a los lugares donde pueda encontrarla y dársela, pero para alcanzar esas locaciones deberá resolver acertijos que la acerquen tanto al lugar como al tiempo en el que ella está ahí, porque a veces estaremos justo afuera del recinto donde toma clases vespertinas pero no podemos interrumpirla, así que procederemos a realizar actividades adicionales para perder el tiempo. Por eso es que este recurso es importante aunque solito el juego nos ayuda a administrarlo, quitándole esa dificultad pues siempre haremos cosas que cuadren perfecto con el lapso necesario para llegar en punto a la cita. Entonces eso del tiempo pues deja de ser una variable para alcanzar los logros. Todas las actividades son en realidad puzzles si así lo desean pues al inicio de la travesía nos dan a escoger si queremos modo historia o modo rompecabezas, advirtiéndonos que el segundo es lo más agradable pues el primero le quita el chiste al título. Bueno, habiendo escogido el puzzle es donde encontraremos menos aburrición ya que tendremos charlas con los personajes secundarios con el fin de alcanzar algún objetivo y así usar quizá cierto objeto más adelante. Al volver a jugar la aventura se supone que ya sabremos cómo actuar en ciertas oportunidades, pues habrá un medidor de nerviosismo que podremos disminuir si contestamos o hacemos lo correcto. El problema reside en que hay muchísima repetición de acciones, como cuando estamos en la cena con nuestros padres y debemos comer dumplings, y son como ocho y uno por uno hay que sopearlo en la salsa de soya, comerlo y así hasta terminar los ocho, igual con los mugres fideos. Esto se torna “importante” porque perdemos o no tiempo valioso para llegar a las citas, pero realmente lo único que hace es convertir A Perfect Day en algo abrumador.

VEREDICTO

A Perfect Day es bastante cortito si se limitan a vivir una sola vez la aventura, pero gracias a sus diferentes opciones de diálogos, actividades y finales podrán echárselo varias veces. Por desgracia no es la aventura más entretenida, absorbente y dramática del mundo, cuando uno pensaría que se viene un giro de tuerca, o algo macabro, en realidad son los miedos latentes de un niño de primaria al cual le falta valor para enfrentar decisiones “importantes” para su edad.

A Perfect Day está disponible en Switch, PC vía Steam, Xbox ONe, Xbox Series X|S, PS4 y PlayStation 5.

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