El cine de terror coreano nos ha regalado grandes filmes como “A Tale of Two Sisters” ( 장화, 홍련) e “Into the Mirror” (거울 속으로) y ahora vuelve con la aterradora propuesta de Beom-sik Jeong.
Gonjiam: Hospital Maldito, originalmente titulada “곤지암” (“Gonjiam” en su idioma original) es una cinta de origen coreano del género de terror, en formato de “falso documental”, que sigue la incursión de un grupo de jóvenes en uno de los edificios más espeluznantes de Corea del Sur: El Hospital Psiquiátrico Gonjiam. El guión fue hecho por Sang-min Park y Beom-sik Jeong, fungiendo este último también como director. Cuenta con las actuaciones estelares de Wi Ha-joon, Mun Ye-Won, Park Sung-hoon, Ji-Hyun Park, Oh Ah-Yeon, Ryu Jeayoon y Lee Seung-Wook.
La institución psiquiátrica que inspira esta leyenda, se encuentra ubicada en Gyeonggi-do y ha ganado notoriedad en los últimos años por ser señalado como el lugar más embrujado de Corea y estar incluido por CNN en su lista de “Los 7 lugares más escalofriantes del mundo”. Y es que el misterio que rodea su repentino cierre a finales de los 90’s y el aspecto lúgubre del edificio que parece haber sido abandonado hace mucho más tiempo, crean el escenario perfecto para que los más perturbados fantasmas se manifiesten, pues si un fantasma de por sí es terrible, uno que en vida estuvo internado es mucho peor. Para efecto de esta cinta, se tomaron un montón de libertades creativas, pero teniendo como base principal los mitos que rodean al afamado hospital.
El filme sigue al equipo de “Horror Times” un programa de fenómenos paranormales, quienes buscan aumentar su popularidad y generar ingresos en publicidad mediante la transmisión en vivo de un recorrido nocturno por Gonjiam, centrándose en los sitios con mayores reportes de actividad paranormal, en especial el cuarto 402, que parece estar maldito. Para esto, un grupo de jóvenes son reunidos por su experiencia “con lo desconocido”, para ser los ojos del público quienes pueden presenciar la acción en primera persona. Aunque en un inicio todo parece marchar bien, pronto se dan cuenta que no están preparados para el verdadero terror que ocurre caída la medianoche.
El elenco está integrado por experimentados actores de kdramas y películas coreanas, quienes curiosamente comparten su nombre real con el de su personaje de la cinta, omitiendo solamente su apellido a excepción de la actriz Moon Ye-won, quien interpreta a Charlotte, una chica asiática-americana que ha visitado 3 de los sitios más escalofriantes del mundo. Sus actuaciones se sienten bastante naturales, lo cual es de suma importancia para este formato.
En cuestión de la trama, comienza con un tono bastante ligero, que se va oscureciendo y complicando a medida que avanza la narración, creando una atmósfera de suspenso que va aumentando hasta explotar en el último cuarto de la película. En este apartado, no puedo evitar mencionar la similitud que Gonjiam guarda con su predecesora estadounidense “Grave Encounters”, de donde asumo, Beom-sik Jeong tomó algún tipo de inspiración. Sin embargo, justo cuando sentía que ya había visto antes esta película, la historia toma un giro para bien que le da ese sello particular que distingue al cine de horror asiático.
Si bien el plot no trae nada nuevo a la mesa en materia de su género y conjuga muchos elementos que ya han sido vistos en las cintas de terror tanto de Asia como de occidente, Gonjiam logra atrapar a la audiencia por medio de una excelente ejecución de los elementos que la componen. Su crítica sobre temas como el papel de las redes sociales y en la forma en que opera el nuevo entretenimiento, la consistencia de la historia y su renuencia a valerse de los clásicos “jump scares”, la convierten en una muy buena opción para asustarse este fin de semana.
“Gonjiam: Hospital Maldito” es una cinta que mezcla todo lo que nos encanta del cine de terror asiático, con algo de crítica política y un par de easter eggs, en una fórmula que aunque no es nueva, funciona sorpresivamente bien. No se la pueden perder.a partir de este 23 de noviembre en su sala de cine favorita.
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