Escribir y leer una crítica de una secuela, se deriva de una pregunta, ¿te gusto El Justiciero? Si sí, continúa leyendo, si no, esto no es para ti, y si de plano aún no la has visto, ¡te la recomendamos enteramente!
Lo grandioso de El Justiciero 2 (The Equalizer 2) es que, a pesar de que ya pasaron varios años desde la primera entrega y su serie de TV, hace que la audiencia que ya conoce la trama regrese a esos años maravillosos en que la vio, pero también logra enganchar a los nuevos espectadores, incluso provocando a que vean la primera entrega.
El Justiciero 2 es una película para mayores de edad, ni siquiera dejarán a tus niños entrar a la sala, sin embargo, todo exceso de violencia o sangre está perfectamente justificado, demostrando la cruda realidad de las cosas cuando estás en el mundo del rescate y misiones encubierta. Una vez más, y como siempre, Denzel Washington logra que su personaje, McCall, se equivoque correctamente, ya sea como un ángel vengador, o simplemente escuchando las anécdotas de un sobreviviente de la Segunda Guerra Mundial.
El Justiciero 2 se centra fuertemente en las dificultades de los indefensos, que, si bien no tiene relevancia para la trama principal de la película, sirven excepcionalmente para que la nueva audiencia de la película se dé cuenta del carácter y “zen” que tiene McCall, y por otro lado para mostrarnos de lo que es capaz Denzel Washington como actor. Esta nueva historia se centra en una investigación de la CIA, dirigida por la única amiga de McCall, Susan Plummer (Melissa Leo). Algo “decepcionante” de El Justiciero 2, es que la trama es bastante común, entre las películas de su género. Conspiraciones, amenazas, traiciones, se ejecutan con tanta variedad, que cualquier cinta que toque estos temas, te recordará a alguna que hayas visto previamente.
Si llegaste a ver la primera cinta (que de hecho está en Netflix) recordarás que fue una explosión de violencia que en su momento fue sumamente memorable, sin embargo, el director de esta secuela, Antoine Fugua, eligió tomar un rumbo menos violento y más humano. El Justiciero 2 es un espectáculo audiovisual deslumbrante, pero simplemente no es tan satisfactorio, tomando en cuenta que McCall siempre está a la delantera de la batalla, esto nos quita la sensación de amenaza y que el desenlace sea predecible.
Si El Justiciero se sintió demasiado larga, esta secuela retoma este ritmo, pero aún deja un hueco donde podemos meter otras mini-historias dirigidas a la defensa de los indefensos o la recapacitación de un joven afroamericano; esta vez tenemos menos reflexión.
Han pasado 10 años desde que en Taken se estableció un punto de referencia para el género de acción vengativa, con El Justiciero 2 recordamos que un tiempo de 90 minutos es todo lo que se necesita para contar este tipo de historias. Afortunadamente, El Justiciero 2 nos trae unas tramas que se ejecutan como historias de fondo al hilo principal, las cuales son consistentemente atractivas, porque permiten a Denzel Washington embellecer a su personaje con su habitual encanto y actitud de servicio a la comunidad. Así que cuando veamos a McCall enseñando a un joven sobre la vida, le da a la película una leve necesidad de querer conocer más a McCall y a Denzel.
El Justiciero 2 es una secuela sumamente entretenida, aunque violenta para algunos, un poco desequilibrada para otros, marca una acción excelente, con suficiente corazón por parte de todo el elenco y humor para que nos tranquilice la presión después de un impactante momento de acción.
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