
Una comedia romántica en una institución mental nos presenta a una chica que jura ser un organismo cibernético.
Chan-wook Park, escritor y director de Old Boy, Lady Vengeance, Sympathy for Mr. Vengeance, Thirst, y ganador además de numerosos premios, produce también esta película del 2006 protagonizada por el ídolo pop surcoreano “Rain” (Ninja Assassin) y Su-jeong Lim quien actuara como una de las hermanas en la cinta de horror y suspenso “A tale of two sisters” la cual obtuvo su adaptación americana bajo el nombre “The uninvited” o Presencias extrañas (2009).
Sin duda “I´m a cyborg but that´s ok” es un título llamativo que lo primero que sugiere es una comedia con momentos ridículos quizá, e indudablemente propone que sus personajes deben ser carismáticos; esto es lo que su director, escritor y productor presenta en la historia, pero no solo se limita a “contar chistes y mostrar situaciones graciosas”
Cha Young-goon (Su-jeong Lim) es una chica que ha sido marcada por el recuerdo de su abuela y el instante en que “los hombres de blanco” la apartaron de ella, su vida es solitaria, aburrida y seguramente monótona, pero tiene un secreto que lamentablemente compartirá con todos, esto es, que ella es un cyborg, una idea tan profunda en su mente que incluso la lleva a cometer suicidio cortándose las muñecas y enchufándolas a una toma de corriente; claro una acción lógica, si eres un robot que necesita cargar su batería.
El comienzo de su aventura despega cuando es enviada a un psiquiátrico, donde además de conocer a varios pacientes, entablará amistad con la mayoría de las máquinas; un radio viejo siempre la acompaña y le da los consejos más útiles para ser un buen organismo cibernético, las despachadoras de refrescos le cuentan secretos y un pequeña batería AA le proporciona la energía suficiente para mantenerse en funcionamiento; un mundo lógico para ella pero de consecuencias peligrosas comienza abrirse ante sus ojos, los doctores ya no saben qué hacer, las terapias son inútiles y su alejamiento con la “realidad” es inminente.
Sin embargo cuando el espectador comienza a “acostumbrarse” a las cosas, entra en escena Park Il-sun (Rain), un paciente que no puede resistir la tentación de quitarle cosas a los demás y que está convencido de poseer una habilidad especial que logre robarle el alma o la personalidad a otros, un personaje inofensivo y noble que es atraído por la chica cyborg al punto de comenzar a seguirla por todos lados; más tarde logrando una comprensiva amistad, un lazo que le dictará el tratar de ayudarla pues Cha Young-goon ha comenzado a presentar alarmantes signos de desnutrición.
Una historia que por más trágica que suene, en verdad tiene sus puntos de comedia ya que todo es a la vista de los pacientes y no de los doctores, sin embargo los momentos de drama son inevitables a lo largo de la cinta; el espectador entonces verá la urgencia de Park Il-sun por ayudar a su amiga quien le hablará de sus recuerdos entre charlas y singulares momentos.
¿Pero que sería de Chan-wook Park si no contase una historia con tintes de sangre? A los seguidores de este director, escritor y productor no será sorpresa si menciono que llega un momento donde la chica cyborg se volverá “rampage”, donde casi literalmente se convertirá en una máquina asesina que exterminará a todos los doctores del psiquiátrico; recordemos que los “hombres de blanco” la alejaron de su abuela, por lo tanto son los detonantes de toda su tristeza cosa que ha empapado su vida, y algo que ella debe superar.
En lo personal una buena y entretenida comedia no convencional, con personajes carismáticos y una historia hábilmente contada en la que en sus bases descansa una fuerte dosis de drama que habla de venganza y redención.

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