
Portland es el lugar donde se busca a una chica por la que todos están interesados. Y para una detective, eso es cosa de vida o muerte.
Onipress publica este primer número mostrando una buena carga llena de misterio, donde una chica llamada Charlotte ha desaparecido sin dejar rastro alguno, la mafia se pregunta que habrá sido de ella, su familia se pregunta, un par de vagos se preguntan, y la detective encomendada para el trabajo se pregunta igualmente y sin dejar de sospechar ¿Por qué todo el mundo parece estar interesado en Charlotte? ¿Acaso sabía un oscuro secreto? ¿Pero cual? El peligro sube de escalón página tras página hasta que lo inevitable sale a flote…
Greg Rucka (Checkmate, Queen & Country, Whiteout), escritor de dicha historia logra mantener el interés de principio a fin con la ayuda de los varios personajes que se mantienen activos por el afán de encontrar a la desaparecida antes de que otro lo haga. En medio de todos se encuentra (obviamente) la detective que simplemente trata de sobre llevar la situación con el menor peligro posible, algo claramente difícil, pues los varios interesados le ofrecen amenazas de todo tipo, o grandes sumas de dinero para tener la primera llamada hacia cualquier pista que de con el paradero de la joven Charlotte.
Mathew Southworth (Infinity) es el artista de este cómic, sus imágenes de tintas y líneas que solo muestran lo más importante de cada escena llenan cada cuadro de un toque original y llamativo. Las secuencias, sobre todo las que marcan el tiempo le añaden a cada momento importante un ingrediente especial que logra de alguna forma engrandecer el instante y disfrutarlo aún más, marcando así el misterio y el suspenso que viven todos en Stumptown. Los colores por Lee Loughridge (Hellblazer, Fables) resaltan en cada escena el tipo de iluminación con sus matices oscuros, opacos y fríos, y sin duda mantienen la soledad que la detective resiste en todo momento al saber que no cuenta con nadie para este trabajo. Claro, excepto si decide aceptar la ayuda de sus “amables amigos” con sus cantidades de dinero, o si gira la mirada a quienes la amenazan y termina huyendo de todo (cosa muy poco probable)
Stumptown en su primer número demuestra indicios de una buena historia, llena de misterio, drama, y seguramente alguna que otra fea y dolorosa muerte. La narración pausada pero amenazante, las amables palabras que se tornan peligrosas y los personajes que las profieren, remarcan el interés en el lector por seguirle la pista a Charlotte, quien seguramente aparecerá en algún momento… Esperemos que no muerta, para que pueda decir ¿por qué tuvo que desaparecer de pronto?

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