Curse of the Sea Rats es un videojuego que nos pone en los zapatos de cuatros distintos piratas, uno a la vez y escogiendo siempre al que sea de su preferencia, para tratar de terminar con la maldición de un barco pirata del cual su tripulación se convirtió en ratones y debemos regresarlos a su forma natural. El juego es de plataformas con escenarios pequeños y más bien lineales donde hallaremos diferentes enemigos desde pulpos, ratones malos, cangrejos y cuando animal de playa se puedan imaginar, pero con nuestras armas ya sean espadas o pistolas, más los movimientos especiales acordes al nivel que tengamos, podremos sortear a estos enemigos que provocan muchísimo daño.

Los gráficos de Curse of the Sea Rats son básicamente dibujos bien hechos pero que carecen de texturas realistas o efectos sorprendentes, en realidad es un título muy sobrio en este aspecto así como en lo musical y de sonido, dejándome una sensación de haber intentado un juego tipo Flash, especialmente porque los movimientos y acciones de ataque no son tan responsivas y más bien se notan lentas o que tienen una latencia considerable, haciendo que el disfrute de la batalla no sea del todo grande, más bien se torna un tanto aburrido y sin tantas ganas de enfrentar a más villanos. Así que en estos dos departamentos, los de las físicas de juego y el audiovisual no puedo dar notas altas. Básicamente no nos encontramos con nada que sorprenda ni provoque atractivo verdadero.

Curse of the Sea Rats propone enemigos cada cierto trecho dejándonos enfrentar a jefes de nivel ciertamente peligrosos, mejor diseñados y con un ataque cíclico pero a su vez no tan sencillo de contener, la situación es que esto lo ponen muy rápido en el juego cuando apenas estamos creciendo en nivel, por lo que morir será común, y no es que manejen el concepto de Dark Souls, es solo que sí complican las cosas por la cantidad de vitalidad perdida frente a los embates de cualquier escala de enemigo. La situación en cuanto al crecimiento de nivel contra la facilidad para morir, reside en que al perder nos quitarán la moneda de cambio espiritual y sin ella no hay manera de conseguir habilidades extras, por lo que lo recomendable es matar a enemigos pequeños, recoger el botín e ir con un espíritu que nos ayudará en esas habilidades adicionales, y ya una vez mucho más fuertes, irse a pelear contra los jefes de nivel. Qué pues ya viéndolo bien, sí parece un Dark Souls, ya que todos los escenarios reviven a sus enemigos una vez se van de ahí. O sea que sí más o menos es el concepto pero en ratones.

Cada uno de los cuatro ratones protagonistas a escoger puede ser cambiado a media aventura, ya que cada uno tiene sus habilidades diferentes pero lo mejor del caso es que se puede jugar hasta cuatro al mismo tiempo, en la misma consola, propiciando que todo sea un poco más fácil pero a la vez caótico en pantalla, pero de esto no me quejo, solo es una observación. Este es un súper plus sin duda alguna, ya que pocos son los juegos que permiten dos en el mismo sistema, mucho menos cuatro, ahí ya estamos hablando de otro tema. Gracias Curse of the Sea Rats por permitir jugar con otros tres amigos… Ojalá los tuviera.

VEREDICTO

Curse of the Sea Rats muestra un juego de calidad media con movimientos no tan fluidos, combates que rayan en lo plano y con ciertas mecánicas que nos recordarían a un Souls, pero como la fórmula ya es tan común, no me atrevo a decir que copiaron estas partes. Es solo que lo tratan de hacer complicado y dan armas para que parezca repetitivo, sin embargo pudiera no serlo si tuviéramos una habilidad maestra y acabáramos con los malos en cuestión de minutos, en cambio si no son tan habilidosos, entonces sí deberán darse varias vueltas por el mismo escenario para ganar experiencia y de esa forma enfrentar los obstáculos más complicados. Por lo pronto el obstáculo más difícil es animarse a comprarlo y a darle una muy buena oportunidad, la verdad lo veo duro.

Curse of the Sea Rats se lanzará para PlayStation 5, Xbox Series X|S, PlayStation 4, Xbox One, Switch y PC a través de Steam el 6 de abril.