Vampire: The Masquerade – Swansong | Reseña

Nacon y el estudio de desarrollo Big Bad Wolf Studio (The Council) presentan en esta ocasión un juego completamente narrativo con mecánicas de toma de decisiones, hasta quince finales diferentes y tres personajes para una trama sobre una sociedad secreta de vampiros en Boston.

UNA ESCABROSA HISTORIA

Vampire: The Masquerade – Swansong es una experiencia que se basa completamente en la investigación y en hablar con personajes; se trata de una nueva adaptación del popular juego de mesa o lápiz y papel que, por fortuna para los fans (a quien está dirigido el juego), contempla numerosos detalles de su universo, con una historia de conspiraciones donde nos presentan un mundo donde los vampiros viven entre los mortales; allí, entre las sombras, estos seres de la noche de pronto sufren un ataque en la Camarilla de Boston, lo que los pone en riesgo en ser revelados ante la sociedad.

Es por esto que los personajes Galeb Bazory, Emem Louis y Leysha reciben la tarea del Príncipe de los Vástagos de la ciudad para conocer o revelar a los atacantes y sus posibles motivos, llevando así a una misión de infiltración y búsqueda de respuestas bajo cualquier medio. Vampire: The Masquerade – Swansong maneja una historia oscura bastante interesante que sólo tropieza por algunas ejecuciones en las mecánicas del juego, pero que sale a flote gracias a su gran rejugabilidad por sus varios finales y una inmensa lista de toma de decisiones que afectan a los protagonistas, su mundo y a otros personajes.

GUARDANDO LA CALMA

Si hay algo para dejar claro es que Vampire: The Masquerade – Swansong no es un juego de acción; el título de hecho tiene algunas secuencias de combate, pero no son jugables y en lugar de eso, toda la experiencia se centra en hablar con personajes y seguir pistas, recogiendo objetos, entrando a lugares, convenciendo a otros que nos digan sus pensamientos y en fin, una lista que atañe hacer tareas puramente de investigación. Aquí el asunto de importancia es que no estamos ante una novela visual interactiva y ya, pues el juego contiene elementos de rol y árboles de habilidades a desarrollar por personaje que iremos mejorando para entablar mejores conversaciones que nos sean de provecho. Digamos que al tener vampiros como protagonistas, necesitamos desarrollar ése encanto para hacer que le agrademos a otros y prácticamente “nos suelten la sopa”, aunque siempre hay varias formas para terminar cada capítulo, desde sacarle la verdad a alguien, hasta desbloquear una computadora (por ejemplo), todo con sus pros y sus contras. También hay que cada NPC tiene sus propias estadísticas, por lo que el jugador debe usar sus habilidades y disciplinas para ganar ventaja en la “lucha de diálogo”… así como en un juego de rol donde la batalla se rige por puntos, estadísticas y estrategia.

Asimismo entre algunas habilidades también podemos transportarnos de un área a otra, hacernos invisibles y usar poderes más altos de persuasión, entre otros. Como dije, cada personaje tiene su propia personalidad, con su propia moral y dilema, así como habilidades y disciplinas, lo cual hace muy interesante la experiencia, mejor aún porque la historia es intrincada; uno realmente se ve inmerso en la trama y las sesiones de juego pueden pasar de horas a una tarde entera. Se podría decir que Vampire: The Masquerade – Swansong entra en las mismas mecánicas, o al menos muy parecidas de juegos como Detroit: Become Human, o Life is Strange, sólo que aquí sin secuencias de combate.

MECÁNICAS VAMPÍRICAS

Típicamente y aunque estos vampiros parezcan aburridos a primera vista por la falta de acción, al menos podemos alimentar a nuestros personajes con un poco de sangre humana o de rata cada cierto tiempo, siempre cuidando de no acabar con el humano desprevenido que ha caído en nuestro encanto; recordemos que en Vampire: The Masquerade – Swansong hay que guardar las apariencias y actuar desde las sombras, ya que al levantar sospechas el juego automáticamente va subiendo la dificultad y así llegar a alguna parte o conclusión será más difícil.

En si, toda la trama tiene lugar en Boston, donde explorarán muchos lugares que van desde casas de lujo hasta el subsuelo de la ciudad donde están enterrados innumerables secretos; las habilidades como en todo juego de rol se van mejorando con puntos XP, los cuales ganamos al concluir con éxito cada escena, la mala noticia es que si no jugamos bien tampoco tendremos XP y por consiguiente no mejoramos las habilidades, lo que lleva a una experiencia más compleja donde incluso podemos ir dejando secretos sin revelar, lo que nos afectará tarde o temprano. Si a esto le añadimos que hay muchas cosas por mejorar, entonces también nos encontramos con que podemos mejorar un personaje a nuestro estilo, lo que nos gusta más, y adelante en la historia lo que mejoramos quizá no nos será de mucha ayuda… así que ya se imaginarán los problemas que podrían encontrar.

Creo que Vampire: The Masquerade – Swansong es un juego de observación y de estudiar bien cómo deseamos desarrollar a los personajes mientras vamos conociendo la historia; a esto se suman algunos acertijos y etapas especiales para por ejemplo, escapar de lugares o enemigos, lo cual agrega algo de variedad al título, pero es muy claro que ya deben conocer el universo de Vampire: The Masquerade para valorar sus detalles narrativos o al menos, tener una idea sobre el tipo de experiencia que tendrán.

FINALMENTE, LA PRESENTACIÓN

Uno de los puntos más débiles de Vampire: The Masquerade – Swansong es su apartado visual; para iniciar no estamos ante un AAA con gráficos hiperrealistas (así que no podemos pedir eso), y aunque el apartado de texturas es muy bueno en general, los modelados de personajes son algo básicos, casi de la era de PS3 o inicios de PS4, entonces dejando de lado los bajos modelos, lo que sí entorpece algo la inmersión es la animación sobre todo de rostros, los cuales se miran acartonados y poco expresivos en la mayoría de las veces. Por fortuna el doblaje o actuación de voz es muy buena e imprime siempre de mucha personalidad y credibilidad a la narrativa, pero… los canales de voz al parecer no están bien equilibrados y de pronto alguien puede escucharse más fuerte en volumen, pero hey, que no caiga la preocupación pues al menos contamos con opciones de audio.

Ya para terminar el juego en general tiene un buen y variado diseño de entornos, aunque normalmente son interiores y bien podríamos estar en otra ciudad, en general, sabemos que estamos en Boston por la historia.

CONCLUSIÓN

Vampire: The Masquerade – Swansong es un juego que gana enormemente si ya conocen su universo, pues les va interesar mucho más, y pasaran por alto las deficiencias; sin embargo bien pueden disfrutarlo si en general conocen y gustan de los títulos narrativos con toma de decisiones; además existe una alta posibilidad de rejugar la campaña gracias a sus varios finales y los tres personajes cuentan con tantos puntos de mejora que bien pueden iniciar de nuevo y elegir otra construcción para descubrir así más detalles de la trama.

Vampire: The Masquerade – Swansong ya está disponible para PlayStation 4, PlayStation 5, Xbox One, Xbox Series X|S y PC (Epic Games Store); el juego también llegará a Switch más adelante este año.

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