Es mi momento, por fin ha llegado, ser el diablo y escabecharse cristianos en un videojuego por fin es posible gracias a Rogue Lords, y a pesar de que se oiga extraño pero lo disfruté aunque no, no se preocupen, no empezaré a leer biblias negras ni a jugar la ouija o poner crucifijos al revés, me conformo con vestirme de negro, tan negro como mi café en la mañana para aguantar el día y la gente que maneja mal. Esta es la reseña de Rogue Lords y vaya que nos gustó y frustró a la vez.

SIMPATÍA

Bueno, ser el diablo, el ángel caído, el desterrado del cielo, el del beso de judas pues, ese mero, de eso se trata Rogue Lords, un juego que se asemeja muchísimo a Darkest Dungeons pero que en mi opinión se ve más bonito a pesar de que no siento logre dar ese salto de un juego promedio al estrellato, por desgracia claro está, y eso se debe a que su sistema de pelea y “crecimiento” está algo enredoso y no es precisamente el que todos quisieran, pues este consiste en empezar el juego, morir en algún punto y luego regresar desde ceros pero con ciertas mejoras de acuerdo al avance de la partida anterior. Sí, no es lo ideal para muchos pero para un servidor funciona a la perfección. Déjenme les explico porqué.

Rogue Lords es un juego por turnos -ni se les ocurra decir contrariedades- en el cual empezamos como el diablo, pero en modo conejo del bosque porque Van Helsing nos acabó vilmente y es momento de recuperar la maldad y hacer de la humanidad un chiste. O bueno, que diosito no se sienta orgulloso de ellos. Entonces con nuestros amiguitos tales como Bloody Mary, Lilith, el hombre sin cabeza y otro que se pueden ir desbloqueando conforme avanzamos, enfrentaremos a los buenos que en realidad también se ven medio malos, los cuales están en las aldeas y pueblos que iremos invadiendo y tratando de destruir para conseguir artefactos, mismos que nos ayudarán a recuperar el poder maligno y pues básicamente, volver a reinar el mundo con la maldad absoluta. Los enfrentamientos permiten ir mejorando en experiencia, sin embargo la “muerte” si es que podemos decirlo así, nos regresará al inicio del juego no sin antes darnos la experiencia recabada y convertida en niveles, para así conseguir desbloquear poderes, habilidades y compañeros que nos ayudarán en la siguiente partida.

De ahí que no sea del gusto de todos, en lo particular es agradable porque a pesar de empezar desde el mero inicio, nos ayuda lo recorrido para aprender de nuestros errores y así llevar un poco más fácil la siguiente oportunidad, lo cual podría no ser tan cierto ya que conforme vamos pasando de aldeas, los humanos también se enojan más -al parecer son cristianos de cepa- y será cada vez más complicado acabar con ellos pues estarán mejor preparados y armados. O sea nada se pone fácil.

La ventaja de aquí es que pues, somos el diablo, y sería una farsa o un chiste si el diablo no hiciera trampa. Y la puede hacer bendito sea dios. Resulta que tenemos un medidor de maldad y ese mismo lo podemos usar donde sea que se nos pegue la endemoniada gana, con esta vamos a cambiar las probabilidades de los combates a nuestro favor y ganar fácilmente. Sí, así como lo oyen, es la ayuda del siglo… pero, claro, tiene un “pero”, ese medidor se acaba como todo en esta vida y al llegar a cero, te llamabas diablo, por eso hay que saber dónde usarlo y cómo, no se trata de nomás andar haciendo trampa a diestra y siniestra, porque esa maldad no se recupera como si fuera tomarse una poción o beber la sangre de una señorita del pueblo.

DORIAN GREY

¿Cómo era este compa? Guapo ¿no? Ah pues así de guapo y chulo está Rogue Lords, por ahí escuché en una reseña que los diseños tenían “room for improvement” y lo mismo le digo a su sentido del gusto, porque Rogue Lords es realmente súper agradable a la vista, con ambientes góticos pero no de miedo y caricaturas bien logradas que en vez de dar miedo dan gusto, Rogue Lords sin duda tiene una altísima nota en el diseño de todos los menús y por supuesto de los personajes, mismos que hasta dan ganas de tener en figuras para adornar diabólicamente su estudio o incluso su sala de estar. Hace mucho tiempo no veía dibujos diseñados con tanto atrevimiento de poder no ser del gusto de la gente por ser diabólicos pero a la vez gustosos. Es como si estuviéramos viendo Beetlejuice, con monstruos que no dan miedo y hasta uno puede estar viendo veinte veces sin aburrirse, porque además las animaciones son geniales, fluidas y conviven excelente con el diseño de los protagonistas. Sin duda un Dorian Grey que no va a envejecer rápido, porque esos dibujos se mantendrán vigentes y siendo guapos mucho tiempo.

VEREDICTO

Que me vaya al infierno si este juego no aparece en consolas en menos de un año. Oh esperen… sí estará en consolas PlayStation 4, Xbox One y Switch a inicios de 2022. Un tremendo 4/5 para el maldito juego. Así sin más. Vayan y cómprenlo, con su alma de ser necesario.