Omno | Reseña

El hecho de crear un videojuego porque se tiene talento está bien, a veces uno podría confundir la idea de ser bueno para ciertas cosas con la posibilidad de crear un juego nada más para plasmar sus ideas o sus propuestas de jugabilidad, y lo podemos ver muchas veces con personas que desperdician sobremanera los recursos que tienen en un videojuego sin chiste que solamente está ahí para hacerles ganar unos dólares, para después invertirlo quizá en una obra mejor. Omno es de esos juegos que inician dándote la idea de que así sucedió con los desarrolladores, y conforme va avanzando el juego, te das cuenta que es solo el principio de algo más grande.

EL PRINCIPIO NOMÁS

En serio al iniciar el juego, desde el mero menú creí que iba a aburrirme con un juego de gráficos medio sencillos y sin sentido alguno. Pero ¡oh sorpresa! que me llevé porque eso era solo el principio.

Omno es un juego de rompecabezas y plataformas en 3D completamente, maneja una historia lineal pero con un sandbox muy agradable en cada uno de los cinco capítulos, mismo que el personaje tendrá que explorar para conseguir orbes de luz que lo guiarán al siguiente, y así sucesivamente hasta llegar al templo final donde la aventura se acaba, y para los cortos de paciencia, terminará la pesadilla. Los rompecabezas de Omno son sumamente sencillos visto desde cierta perspectiva muy específica, sin embargo algunos rayan en lo exagerado al no tener una pista muy directa, pero nada que unos cinco minutos de investigación no develen. Estos mismos puzzles son de sencillos a complicados conforme avanzamos en los capítulos, ya que incluso el mapa va creciendo de manera considerable para que cada vez sean más los orbes regados por el terreno.

Para poder continuar en la aventura solo te piden tres orbes de luz, pero lo interesante del juego es explorar todo el territorio para conseguir un 100% en cada uno, para que al terminar el platino sea un trofeo mucho más fácil de conseguir. En lo particular obtuve el máximo galardón nomás por ociosidad y para calificar a Omno aún mejor, no porque fuera en forma de agradecimiento sino porque el juego te regala unas buenas 10 horas de entretenimiento real, sin peleas ni batallas finales, con las que fácilmente podemos agregar otro trofeo a nuestras repisas. Es decir que no tenemos que lidiar con repeticiones de todo el juego o matar al jefe de nivel en un minuto ni speed run ni nada de eso. Un juego sencillo, con buenos rompecabezas y un Platino casi como trofeo a que terminaste todo.

Omno parece la beta de un juego mucho mejor terminado y con mejores características, quizá con poderes muy sencillos y hechos a la medida, pero que puede ser mejorado sin duda alguna; lo agradable de Omno es que a pesar de que no se siente como un juego perfecto, sí como el inicio de algo que podría dar más a sus jugadores, como si esto fuera la puerta a hacer una continuación con mejores acabados, más terrenos, una jugabilidad mejorada y quizá hasta ya agregar un poco más de interacción con ciertos animales que aparecen regados por doquier.

No puedo calificar a Omno con un 5 de 5, quizá un 4 de 5 es la mejor manera de felicitar a su desarrollador en solitario Jonas Manke (AKA Studio Inkyfox), quien supo cómo crear una obra sencilla y apta para todo público, en la que seguramente aprendió muchísimo de la experiencia y que no se quedará solo con esta entrega, pues claramente en los agradecimiento de los créditos dicen “gracias por ayudar a cumplir este sueño”, y ojalá no sea el único porque calidad hay.

VEREDICTO

Un juego que básicamente fue pensado en la idea de los rompecabezas con música sumamente bien diseñada para los territorios y las adversidades, Omno deja entrever que tendremos más de él en un formato mucho más grande y con puzzles más complicados en una segunda entrega que no debería de tardar tanto, pues la idea ya la tienen solo hay que pulirla y hacerla más complicada.

Omno es publicado por Future Friends Games y ya lo pueden encontrar en PC, Xbox One, PlayStation 4 y Xbox Game Pass.

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