Reky | Reseña

Cuando uno creía que no podían ser más creativos a la hora de hacer un juego de rompecabezas, sale Reky y me sorprende y atrapa más de lo que debió haberlo logrado un juego con una pelotita terca con llegar a un portal -supongo interdimensional- cambiando de colores y moviendo cubos para lograrlo. O quizá no es interdimensional.

RUTAS

Reky está diseñado en una vista isométrica, sin embargo maneja de manera común los ángulos, por lo que no estamos jugando en un tipo Fez, aquí todo es con el estilo de dibujo técnico y con colores mates poco llamativos pero que concentran nuestra atención al protagonista, el cual es una pelotita que salta hacia un portal que nos lleva al siguiente puzzle, pero para esto es necesario mover cubos para permitirnos el paso en caminos que quizá están bloqueados o discontinuados, por lo que la pericia para moverlos es necesaria más cuando queremos obtener los 400 puntos máximos en cada nivel. Esto se logra concretándolo en la cantidad mínima de movimientos.

Los cubos pueden ser cambiados de color para obtener un rango de movimiento diferente al preestablecido, así que todavía hay que ser más sagaces si no queremos rompernos la cabeza cuando no sería necesario, pues Reky es un juego sumamente fácil que a pesar de ir subiendo la curva de dificultad, no habrá necesidad de sufrir tanto pues del conjunto de niveles A al G, no encontraremos nada que nos evite continuar tranquilamente. No con esto quiero decir que es un juego regalado, pero de verdad me sentí muy relajado al enfrentar cada acertijo porque siempre implicó un reto leve pero agradable.

RH NO TIENE MUCHO TRABAJO

Un total de tres personas están implicadas en la creación de Reky: Konstantinos Sfikas en el diseño arquitectónico, Andreas Diktyopoulos en el desarrollo y diseño del juego, y por último Maria Aloupi con la producción, música y sonido así como el diseño de los niveles. Realmente casi nada para un juego sencillo pero bien diseñado, con buena ambientación y que se antoja aburrido y tedioso de inicio, pero una vez encontramos bien la mecánica, podemos echarnos horas incontables en él pues cada puzzle representa un reto pequeño pero nada parecido al anterior, por lo que resetear el chip en cada desafío es imperativo, o se quedarán enganchados al anterior y no lograrán mucho.

VEREDICTO

No podemos hablar más de Reky no solo por ser un juego sencillo con una línea de diseño igual de afable, sino porque aquí se trata de darle una oportunidad a un título que gusta y gusta bien por dejarse de rodeos e ir directo al grano, porque no gastan tiempo en historias rebuscadas ni pantalla innecesarias para llegar al meollo del asunto. Reky nos gustó por eso y no hay duda de que en momentos en que queramos echar a andar la ardilla, lo abriremos para despertar antes del ajetreo diario, y quizá se nos olvide que tendremos que trabajar. Reky está disponible en PC vía Steam, y dispositivos iOS y Android.

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