Suspiria: El maligno | Crítica

La clásica cinta de horror y suspenso de Dario Argento estrenada en 1977 “Suspiria”, llega de nueva cuenta a la pantalla grande con un remake de dos horas y media y bajo el nombre de Suspiria: El maligno, un largometraje que no niega sus orígenes y que nos muestra una historia que simplemente va de más a más, hasta que la tensión y la sorpresa serán tal, que nos dejará un desenlace fuerte y difícil de olvidar.

¿ES ESTA UNA PESADILLA?

Sin duda un sentimiento que los estará golpeando en la mente una y otra vez, será la de estar contemplando algo en momentos bello, y por otros retorcido y lleno de horror; Suspiria: El maligno, dirigida en esta ocasión por Luca Guadagnino, toma los matices de la obra original y los enciende con más tensión (algo casi imposible pero bien logrado), logrando una historia y narrativas angustiantes presentadas por medio de seis actos y un epílogo y una ambientación en una Alemania de 1977, un detalle y guiño clásico sobre el estreno de la cinta original.

Tomando como telón la Guerra Fría y la tensión por los recuerdos de la Segunda Guerra Mundial, Suspiria: El maligno toca trasfondos históricos y sentimentales sobre la sociedad de la época y el lugar, que también se pueden interpretar como metáforas sobre la historia que toma lugar en el largometraje, en el cual conoceremos la historia de una compañía de baile liderada por Madame Blanc (interpretada por Tilda Swinton), aquí nos damos cuenta de las complicaciones de las rutinas de baile para expresar emociones alegres, pues lo único que dejan notar las secuencias son sentimientos de dolor y culpa, algo que como dije, se puede tomar como metáfora sobre el sentir de la época.

De esta manera la cinta no es horror y ya, es una mirada inteligente, casi introspectiva, que en forma de autodestrucción nos va plasmando una historia de tonos hasta sobrenaturales, que llegan a un punto de violencia y locura como pocas veces se ha visto en el cine. Un detalle muy importante a tomar en cuenta, es que la obra original de Argento en realidad está compuesta por tres películas, por lo que está (la primera en remake) nos puede dar entrada a las siguientes dos, si es que su director actual Guadagnino decide aventurarse a desarrollarlas. Menciono esto pues en determinado punto de la cinta tendremos indicios sobre personajes de las dos secuelas; aún así la película tiene un fuerte desenlace y no se recarga en necesitar más partes para completar su historia presentada. Aunque eso sí, hay una escena post-créditos que quizá deban ver.

OSCURA, SINIESTRA Y DIFÍCIL DE OLVIDAR

Sí, ya dije que seguramente les será difícil de olvidar el desenlace de Suspiria: El maligno; claramente no es una cinta para todo el público, pues se debe tener el gusto por los largometrajes de horror, pero no del barato, del sencillo y fácil, si no del verdadero cine de horror, del que muestra cosas feas, repugnantes y que juega con lo bello y lo torcido mientras nos plasma una historia de suspenso y misterio, con diferentes significados y mensajes.

Suspiria: El maligno, protagonizada también por Dakota Johnson y Chloë Grace Moretz, es una de esas películas que no deja que el público descanse, mientras desarrolla una historia de brujas, de horror, secretos, y locura; si son fans de Dario Argento o conocen el material original, no deben perdérsela, y como dije, si aman el cine de horror, tienen que verla.

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