Queer Eye: Temporada Tres | Crítica

Estoy acostumbrado a ver reality shows donde la principal característica es la de mostrar malos hábitos de la gente, ver cómo van en decadencia y terminan en un hoyo negro del cual jamás hay salida. Queer Eye sólo se concentra en lo malo y en cómo desecharlo para obtener el mejor resultado. Esta es la crítica de la serie de Netflix.

PARA LOS HOMBRES HETEROSEXUALES? YA NO

Queer Eye es una serie estelar de Netflix que se presenta con su tercer temporada, basada en la original Queer Eye For The Straight Guy, la cual tiene cómo propósito acudir al llamado de un amigo o familiar de una persona en completo desastre, con la intención de que un grupo llamado los FabFive conformado por cinco homosexuales, le ayuden a cambiar sus hábitos, estilo, casa y vestimenta, siempre pensando en los gustos del socorrido y respetando sus preferencias. Originalmente la serie era sólo para hombres heterosexuales, pero el giro y toque personal de Netflix la convirtió en una serie que ayuda a cualquier tipo de persona sin importar raza, credo, preferencias sexuales o género. Queer Eye es en realidad un programa amigable y para toda la familia con un toque sutil y elegante de respeto al prójimo.

Las primeras dos temporadas de Queer Eye se sienten como un verdadero piloto ante esta tercera, pues originalmente se notaba un equipo totalmente metido en sus papeles y empeñados en hacer un cambio de raíz con un grado de diversión muy bien entonado. Hoy en esta entrega número tres, los cinco jóvenes tienen una misión alternativa que junto con el equipo de guionistas y la producción, y esta misión es la de ayudar a personas verdaderamente diversas, casi como no se había visto en los capítulos anteriores donde corrieron riesgos fuertes con gente de ideas ciertamente retrógradas por momentos, un transexual y hasta religiosos recalcitrantes, no sin pasar por el clásico seguidor de Trump.

Hoy día se dedican a mostrar las diferentes personas que podríamos encontrarnos en la calle, haciendo énfasis en respetarlos y aceptarlos tal y como son. Los capítulos agarran a un gamer, una lesbiana de raza negra que sufrió desalojamiento por sus padres adoptivos, un nuevo padre de familia, hermanas dedicadas a la comida y otros personajes dignos de mostrar esa diversidad y variedad que la sociedad tiene. Y a todos ellos, los FabFive los ayudan a enfrentar sus problemas y sacarlos adelante, mostrando muchas más sorpresas a como anteriormente habíamos visto.

La producción de Queer Eye da un paso más allá mostrando muchas más ocurrencias de nuestros queridos FabFive, los cuales están concentrados cada uno en su propia especialidad: Antoni en vinos y comida, Jonathan en cuidado y arreglo personal -el más diva de todos y el favorito de un servidor-, Karamo en cultura aunque más bien ayuda a la seguridad y confianza de la persona, Tan -cejas perfectas- quien está a cargo de la ropa y moda, y Bobby el cual diseña unas casas casi perfectas y sobre todo útiles para sus habitantes. Estas ocurrencias hacen que el programa sea incluso más divertido que las ediciones pasadas, pues ahora saca de la zona de confort a muchos e incluyéndolos en este tren de la aceptación y respeto al prójimo. Por supuesto también veremos cómo ellos mismos salen de su burbuja e interactúan más con el ir y venir del programa haciendo más bromas y conviviendo más con las familias y amigos de los protagonistas.

Queer Eye en su tercera temporada consta de ocho capítulos que no duran más de 50 minutos, pero que cada uno va mostrando sorpresas emotivas y visuales hasta llegar al punto de no saber en qué podría terminar el capítulo, especialmente porque el factor familia juega un papel importantísimo y resulta determinante para la persona a la que están ayudando. Sin duda esta versión de Queer Eye en comparación con la original, está más centrada en que el ayudado esté en mayor armonía con su alrededor, no sólo consigo mismo, hecho que era el principal en Straight Guy.

Queer Eye For The Straight Guy tenía como objetivo cambiar la vida de un hombre desde los ojos de un gay a manera de hacerlo más atractivo a la sociedad y quizá a su pareja. El giro que da Netflix a Queer Eye lo hace mucho más familiar, no sólo pensando en que un hombre adulto podría usar esos consejos, sino todos los miembros de la familia con el fin de que sirvan para mejorar las condiciones de vida y siempre pensando en la economía, pues más del 90% de las ayudas que proporcionan están realizadas para que mantenerlas sea muy barato. De ahí salen los #QETips con los que podremos hacer algunos trucos que facilitarán tareas que creíamos complicadas. Este detalle vuelve en esta serie y resulta muy satisfactorio.

VEREDICTO

Queer Eye no solo es un programa que ayuda a las personas que están en la pantalla cambiando su vida, es un un llamado bien disfrazado a la sociedad para que empecemos a cambiar esas ideas retrógradas y que no hacen ningún bien de cómo percibimos a los que son diferentes a nosotros, es una divertida serie que plantea educar un poco en el respeto y la civilidad siempre guardando la compostura pero con un brochazo bien dado de entretenimiento sano que cualquiera puede ver.

En mi opinión, Queer Eye me ha ayudado a entender un poco más que cada cabeza es un mundo, y que juzgarlos no ayuda en nada si no estamos en sus zapatos, que todos tenemos problemas y si nos damos la oportunidad de conocerlos, quizá algo bueno salga de ahí. Queer Eye es una lección dada por cinco grandiosos homosexuales que todos deberíamos aprender y atesorar.

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