IO | Crítica

Lo bueno de IO es que solo gastaron en tres actores no tan caros para esta producción, por lo que las pérdidas no serán tantas, y es que nada más de ver los primeros treinta minutos ya querrán recibir llamadas del banco para adquirir tarjetas de crédito o un seguro nuevo que les abarque muerte por aburrición. Así el spoiler desde el inicio y el resto de la crítica les dirá el porqué ver IO es más aburrido que separar ropa blanca de la de color.

IO CREO QUE NO DEBERÍAN DE VERLA

IO trata sobre un mundo post-apocalíptico del cual no sabemos muy bien por qué se lo está llevando el payaso, pero curiosamente la humanidad se está acabando simplemente porque el aire que respiramos ya está contaminado o de plano es tóxico, por lo que es una muerte segura morir al paso de los minutos por envenenamiento. Así que todos se han bajado del barco a buscar otros planetas con la incertidumbre de lo que nos depare en el espacio exterior. Peeeeeeero una señorita de ojos bonitos y piernas de popotitos de nombre Sam Walden (Sarah Margaret Qualley, Death Note) se ha quedado junto con su padre a intentar sobrevivir contra las adversidades y haciendo todo lo posible por adaptarse a las nuevas condiciones. De pronto se aparece un globo aerostático con un hombrecillo llamado Micah (Anthony Mackie, el Falcon las películas de Marvel) y pues que se arma el intento de escapar a buscar suerte en el espacio. Para ese momento quizá ya se hayan dormido o estén revisando Twitter o Facebook.

IO CREO QUE LA PRODUCCIÓN SABÍA DEL RIESGO

Las locaciones son pocas, la dirección de arte también no estuvo muy concurrida, son tres actores, hay pocos efectos especiales, el sonido es relativamente bueno y no requiere de mucha ciencia… En fin, producción sabía perfectamente del riesgo de hacer esta película porque no traía algo que nos enganchara, a la fecha sigo pensando por qué se les ocurrió entregar un filme que carece de ofrecimiento, tal vez fue nada más el suspenso del tráiler de la descripción en pantalla.

IO es una película pobre en actuaciones, en argumento y en belleza visual -si es que eso podría salvarlos-, sé que una película no requiere de tantos actores para ser buena pero en ningún momento el guión salva de las acartonadas representaciones especialmente de Anthony Mackie quien se la pasa con cara de enojado todo el tiempo y me hizo extrañar su interpretación en “We Are Marshall” donde se le notaba futuro. Gracias a que sus papeles en las películas de Marvel no han sido de protagonista, es que no lo encasillamos en cuanto aparece, pero él mismo se va desvaneciendo de principio a fin en un largometraje que pretende darle fuerza a Saraha Margaret Qualley pero no termina de convencer, es como si estuviéramos esperando el nudo desgarrador a cada instante pero no llega nunca, porque las escenas de tensión jamás se hacen presentes a pesar de que tratan de explorar el lado más humano y perseverante de la especie. Pero ni así.

IO SIENTO QUE NO NECESITAN MÁS EXPLICACIÓN

La película dura unos 96 minutos en los cuales hay diez de inicio con profundidad e impacto relativo, pero una vez empezamos a entender las motivaciones y Sam nos muestra sus actividades diarias, sus popotitos, pasan dos o tres cosas medio buenas, entonces se pueden empezar a hundir en el colchón/sofá hasta el punto que estén metidos en un espasmo del cual será difícil salir.

Si planean ver IO con alguien, intenten que no sea en una primera cita o apenas estén quedando que nos les va a ayudar. Si la ven solos, aténganse a dormir un buen rato y que les cure el problema de insomnio, ya que es una película que difícilmente la terminarán en una sentada y sin pausas, además de que no la van a recomendar a nadie. IO es un título más que abandonará los servidores de Netflix en un santiamén.

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