Nada que perder | Crítica

Conocido internacionalmente por ser el fundador y actual obispo de la Iglesia Universal del Reino de Dios e instaurar en la cultura popular el programa “Pare de sufrir”, Edir Macedo ha tenido una vida llena de retos, los que da a conocer en esta película.

“Nada que perder” es una cinta brasileña de género biográfico, escrita por Douglas Tavolaro, Stephen P. Lindsey y Emilio Boechaty con la dirección a cargo del cineasta Alexandre Avancini, quien en los últimos años se ha enfocado en crear contenido de inspiración bíblica. El filme, narra los sucesos más sobresalientes de la vida del pastor evangélico Edir Macedo, y es la primera de al menos dos entregas que recrearán la trayectoria del siempre polémico personaje.

Basada en la trilogía de memorias del obispo Macedo, publicadas bajo el mismo título. La película comienza “in medias res” durante una especie de persecución armada en la que resulta preso Edir Macedo. Pronto, la trama nos llevará al principio de los acontecimientos, para avanzar cronológicamente a partir de este punto. Somos transportados a su natal Rio das Flores donde seremos capaces de apreciar las luchas a las que se enfrenta desde pequeño debido a la malformación de sus manos, su crianza en el seno de la familia católica bastante conservadora, y su primer contacto con la curandería. Lo que resulta en una crisis que le llevará a emprender un camino en busca de Dios, algo que continuará a lo largo de su vida y eventualmente le llevará a fundar su propia iglesia.

Petronio Gontijo, se lleva el estelar, pues es el encargado de interpretar a Macedo durante la mayor parte de la película, primero como un joven que busca vivir de acuerdo con sus creencias y luego como un hombre convencido que tiene el don de Dios para predicar su evangelio y “ganar almas” para Él. Day Mesquita, actua como Ester Bezerra, una inocente joven quien conoce a Edir en la iglesia y posteriormente se convierte en su esposa y madre de sus hijos. Dmalton Vigh, es el Juez Ramos, quien, preocupado por el repentino crecimiento de la Iglesia Universal del Reino de Dios, intenta ponerle trabas a Edir Macedo por la vía legal. Finalmente, Beth Goulart interpreta a la madre de Edir, una mujer piadosa que ayuda a fundar y financiar el primer sitio de predicación en el edificio de una antigua capilla de velación. A pesar de contar con un gran elenco, los actores fracasan en crear una conexión con el público que le permita sentirse identificado con alguno de los personajes.

Lo anterior podría deberse al argumento, que es sorprendentemente plano. Esto es una pena si consideramos que una de las características más sobresalientes del obispo Macedo es su facilidad de palabra y su carisma. Los elocuentes discursos brillaron por su ausencia y aunado a un trabajo de doblaje un tanto flojo, nos quedamos sin alguna frase memorable. La forma en que la trama se desarrolla tampoco es la más acertada: El dramatismo de algunas escenas es tan exagerado que llega a sentirse caricaturesco, un corte un poco más propio de las telenovelas que del cine. Además, ciertos puntos de la historia no van a ninguna parte, los problemas se resuelven sin más o se olvidan. Como resultado, tenemos una cinta confusa, por no decir incómoda, plagada de comedia involuntaria.

Tengo que reconocer el increíble trabajo realizado en el ámbito visual, punto que es bastante disfrutable. Tal vez no podemos hablar de algún plano innovador, pero el trabajo de ambientación es impecable, siendo un retrato fiel a las diferentes épocas en que se desarrolla el filme. Además de anotarse un 10 en la caracterización de los personajes, que considero es uno de los mayores retos a enfrentar cuando se realiza un trabajo biográfico.

La cinta “funciona” en general como una especie de propaganda al obispo Edir Macedo, pero los múltiples errores en la narración y los personajes sin substancia la colocan en un lugar muy poco favorable para los estándares de su género. Aunque está pensada para ser disfrutada para todo público, personalmente solo podría recomendarla a aquellos que han leído el primer volumen de “Nada que perder” y quieran disfrutar de ver en la gran pantalla lo plasmado en el libro. Puedes encontrar esta película ya en tu cine favorito.

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