Alfa | Crítica

Seguramente la vida no era nada fácil hace miles de años, y esto se viene a la mente desde que, para comer, las personas tenían que sacrificar sus vidas.

Las películas de los hermanos Hughes siempre han demostrado el ímpetu por la supervivencia humana y ahora que Albert Hughes dirige por primera vez en solitario, mantiene estos delicados toques de violencia visual y supervivencia, pero con un toque más familiar y con más lecciones de vida.

En Alfa podremos conocer el inicio (ficticio) de la entrañable amistad entre el hombre y el perro. Nos encontramos en el periodo paleolítico, los hombres ya tenían una conciencia, lenguaje, ya se podían comunicar y expresar sus sentimientos, su habilidad armamentista empezaba con puntas de flechas y lanzas, sin embargo, la vivienda es un punto el cual no han alcanzado a la fecha.

En Alfa nos presentan este escenario donde el padre de Keda (Kodi Smit-McPhee) dirige a una tribu de neandertales en las zonas de Europa. Keda, prefiere mantenerse alejado de la violencia mientras es preparado para la gran caza. Durante una rutina de cacería con el pensamiento de su madre “Con el corazón, no con la lanza”, Keda se reúsa a lastimar a cualquier ser vivo mientras sufre de un ataque de bisontes haciéndolo caer por un acantilado dejándolo gravemente lastimado, haciendo que sus compañeros de expedición lo den por muerto.

Magistralmente en su estruendoso viaje a casa, Keda es atacado por una manada de lobos, apenas pudo escapar gracias a que dejó lastimado a uno de los lobos. El instinto de Keda lo lleva a ayudar al lobo, en vez de matarlo, así Keda descubre lo que es la amistad y apoyo mutuo de la garra de un lobo.

El director Hughes siempre deja en claro que nos encontramos en un mundo salvaje y lleno de peligros donde la supervivencia nunca se pueda dar por hecho. En Alfa nos muestra increíblemente la relación entre Keda y Alpha creando una relación entre la necesidad por ser protegidos el uno al otro, como la necesidad de quién debe comer primero o en mayor cantidad y simplemente que el afecto es algo necesario en la vida de todo ser vivo.

En Alfa nos encontramos una historia lineal, una aventura sencilla y sutil de comprender. Alfa es una excelente pieza de arte cinematográfico para ser la primera cinta en solitario de Albert Hughes. Nos encontramos una película familiar que dejará a todos con fuertes pensamientos y sentimientos a flor de piel. Aunque seas un amante de los gatos o que no te gusten los perros… o lobos, en verdad amarás a Alpha.

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