Flywrench | Reseña

Recordar al Atari es quizá el mayor logro que Flywrench tuvo en mi, no quiero decir que fuera lo único, pero en verdad me sentí manejando de nuevo esa palanca negra con un botón rojo al lado. Aunque Flywrench es más que eso. Por eso les traemos la reseña de este juego a 8 bits con música genial.

FLYWRENCH

Ambientado para lucir como un simulador de nave espacial surcando el vacío de nuestra galaxia, Flywrench esconde en sus “terribles” pantallazos una aventura digna de los amantes de la dificultad y los juegos a 8 bits. No hay más qué decir si estuviéramos en una charla trivial tratando de responder a “¿Qué has jugado últimamente?”.

Flywrench aprovecha esa “mala publicidad” -espero no abusar de las comillas- y deja entrever a los curiosos de los videojuegos, un título con varias horas de jugabilidad que requiere de paciencia, atención y un amor por los retos en su forma más simple, pues eso es Flywrench, ya que debido a su afán de no impactar visualmente, nos inunda con controles sencillos para llevar una nave del punto A al punto B.

Son los obstáculos de colores el elemento sorpresa siempre acompañado de una cámara la cual no permite vislumbrar el camino, mismos que nos provocarán reaccionar en poco tiempo o de lo contrario sufriremos una explosión para regresarnos hasta el inicio del nivel. Afortunadamente los tiempos de carga son fabulosamente veloces permitiendo tener una fluidez como pocas veces se ve entre pantalla y pantalla, creando un dinamismo uniforme y exquisito para no quitarnos las ganas de pasar el escalón y continuar la aventura.

Flywrench se dedica en cuerpo y alma a fastidiarnos con sus físicas y comportamientos de cada botón, y nos pica en el orgullo por lo que será sencillo hallarnos en plena jugada diciendo “¿Cómo demonios no voy a pasar esto? Lo paso porque lo paso”, y pues no, no lo pasan sino hasta después de varios intentos. Varios.

PERO SÍ SUFRE

Flywrench no es en lo absoluto un juego perfecto, desgraciadamente trae algunos errores los cuales no creemos ni por asomo que sean a propósito, más bien requieren de una actualización pronta pues no vemos factible la idea de aparecer y desaparecer del plano, ni mucho menos es coherente atravesar paredes como si fuera truco de magia.

El diseño de niveles se torna incongruente en varios pasajes al vernos enfrentar niveles engorrosos, para más tarde contender unos que no requieren más de un intento. Como si el azar tuviera un gran papel en el acomodo de los niveles. Se agradecen aquellos simples después de varias pruebas peliagudas, pero creo que no es el propósito de Flywrench, sino el de hacernos la travesía más férrea a cada paso. Pero falla ahí.

VEREDICTO

Con una lista de trofeos carente de Platino pues en realidad no lo merece tanto, un diseño gráfico prácticamente carente y música maravillosa con múltiples sintetizadores, Flywrench no llega a ser el juego que recomendaré ampliamente en las semanas venideras, pero aquellos que se consideren con nervios de acero e inquebrantables, definitivamente DEBEN probarlo.

Flywrench no deja de ser un juego difícil pero sencillo, sin embargo no podemos poner en tela de juicio que deseamos verlo en una PlayStation Vita o Nintendo 3DS, pues su elemento de complicación lo hacen ideal para esos ratos en el baño, en el metro, durante un viaje o hasta esperando a que la novia “ya casi esté lista”.

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