Necropolis | Reseña
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Desarrollado por Harebrained Schemes y publicado en consolas por Bandai Namco, es una aventura que quizá sólo les agrade a los fanáticos de la fórmula Dark Souls, ya que en Necropolis uno tiene que estar consciente de que morirá muchas, muchas veces, llevándonos al filo de la angustia por encontrar o comprar pociones de vida o hechizos que nos ayuden a escapar de las profundidades de un laberinto infestado de enemigos. Y para hacernos más memorable el día, el juego funciona bajo niveles de generación procedural.

DIRECTO A LA ACCIÓN

Al igual que en Dark Souls, uno de los primeros trofeos que sin duda obtenemos en Playstation 4 (donde hacemos la reseña) es el de nuestra primera muerte, algo que lo que nos tendremos que acostumbrar si no somos pacientes en nuestros ataques.

Necropolis no perdona errores, para comenzar nuestra aventura a este inframundo, tenemos dos opciones de clases, ser un guerrero pesado capaz de resistir bastante daño, o ser un ágil personaje. El primero tiene una apariencia de vikingo, sus movimientos, incluso al caminar, son bastante lentos (casi demasiado) pero resiste hasta golpes potentes, es decir, difícilmente caeremos de espaldas; por obviedad nuestros golpes también son muy potentes y más dependiendo del arma que usemos. Claro que les recuerdo que la lentitud de nuestros movimientos son tales, que es de suma importancia el saber usar la defensa.

Por otra parte tenemos al veloz y ágil guerrero, un especie de bandido de capucha que prácticamente se mueve el doble de velocidad que nuestro compañero vikingo; con este tenemos combos rápidos pero no tan letales y usar la guardia no siempre nos salvará del peligro, ya que los enemigos pueden tumbarnos de espaldas o bajarnos vida, aún cuando nos estemos cubriendo. Por otra parte, el subir de nivel de vida y stamina nos costará menos monedas, también y al parecer, los enemigos y cofres del calabozo nos darán más piedras preciosas y vidas para seguir adelante. Esto al contrario del guerrero de fuerza bruta, con él nos cobran más por alargar nuestra barra de vida y es más complicado juntar una fortuna para comprar pociones o lo que vayamos necesitando en el camino.

NECROPOLIS NO PERDONA

Pensando en que es inevitable morir desde los inicios del juego, tengo que aclarar algo de suma importancia y que seguramente les hará decidirse por este título o no; en Necropolis si morimos volvemos a comenzar desde el primer nivel.

Sí, suena bastante tortuoso, imaginen que en Dark Souls nos pasara eso… una auténtica pesadilla. Sin embargo una buena noticia es que aquí el motor del juego nos da una generación procedural de niveles, esto significa que si nos matan, cuando volvamos a comenzar todo será diferente, desde el diseño de niveles, hasta el lugar, número y tipo de enemigos, pociones, etc. Con esto les menciono que bien pueden correr la suerte de encontrar una partida sencilla, sin muchos tropiezos, o verse atrapados en casi un infierno de enemigos y casi cero recursos para ayudarnos. Si son algo masoquistas y les gustan las buenas sorpresas, estoy seguro que disfrutarán de esto. Pero si no es así, es mejor que huyan despavoridos. Yo en lo personal encontré por decir: mi mero mole con esta receta.

Otros de los detalles a tener muy en cuenta es que Necropolis se puede pasar junto a tres amigos, además si alguno muere puede ser revivido, así que la partida termina hasta que los cuatro han caído. Pero no todo es de color de rosas, pues aquí tenemos lo que se dice “fuego amigo” lo que quiere decir que nuestros ataques le hacen daño a nuestros compañeros, y en un juego como estos, donde a veces los enemigos llegan por montón, es realmente importante el saber medir lo que hagamos.

FORMA DE JUEGO

Hablando sobre la fórmula de Dark Souls, Necropolis se juega igual; tenemos golpe fuerte, golpe débil, sus dos debidas cargas para ataques potentes, también defensa con posibilidad de embestida y la clásica de clásicas, la habilidad para girar en el suelo y así, escapar de alguna muerte segura. Claro que todo movimiento, incluso usar defensa (excepto caminar) nos gasta stamina; de hecho algunos golpes especiales hará que esta disminuya y luego no se recobre en su totalidad, lo cual nos obligará a buscar hechizos o comer en abundancia para curarnos. Y hablando de los hechizos, es súper importante mencionar que no todos tendrán una descripción sobre lo que hacen, al menos claro, que encontremos un pergamino mágico para aprender a leer lo que encontremos, esto conlleva a que más de una vez invoquemos un poder a una mala hora, o que hasta nos envenenemos sin querer. Un detalle bastante llamativo y que de alguna forma agrega al juego otro elemento de “sorpresa”, además de los niveles procedurales.

A todo lo que les he platicado sobre la stamina y etc, hay que añadir que en Necropolis encontraremos una decente variedad de armas y escudos, algunas casi al azar, y otras al ir bajando de nivel en el laberinto (o calabozo, infierno, o como deseen llamarlo), unas nos gastarán más energía al usarlas y otras no, asimismo habrán armas que tendrán un ataque mucho más lento. Jugar con el vikingo con un arma pesada es casi como jugar en cámara lenta, pero cuando acertamos un golpe, sin duda es mortal.

En nuestro camino habrán un par de criaturas que al matarlas nos darán joyas, monedas, comida o hechizos de algún tipo; también encontraremos los típicos vendedores de ítems, algunos al final de cada nivel y otros en zonas secretas.

EN LA VARIEDAD ESTÁ LA DIVERSIÓN

Ya dije que será casi cuestión de suerte el entrar a un nivel, o comenzar una partida y no vernos tan rodeados de amenazas, y estas se presentan en trampas mortales como estatuas que nos atacan, o trampas de navajas, y una buena variedad de enemigos de todos los tamaños, desde esqueletos ambulantes, hombres tiburón, caballeros en armadura dorada y espadas eléctricas, gigantes de metal, hechiceras que desaparecen, perros diabólicos, caminantes convertidos en zombies, o criaturas azuladas, cada uno de ellos necesitarán una estrategia de ataque, pues aunque todos siguen un patrón de movimiento que después podemos predecir, se vuelven sumamente peligrosos en grandes números o cuando los grupos tienen varios tipos de enemigo. Además, les advierto que hay unos que a parte de atacarnos, nos roban nuestras pertenencias y luego desaparecen, así que será de suma importancia el tratar de acabar con estas amenazas antes de que se esfumen.

En torno a la generación procedural Necropolis hace bien su trabajo, ya que es algo complicado encontrar una partida muy parecida a la anterior, sin embargo el número de adornos (vasijas, antorchas, puertas y demás) son algo limitados, lo que nos puede dar una especie de dejavú, vernos en un laberinto distinto, pero adornado con las mismas cosas una y otra vez.

¿DIFICULTAD O FALLOS TÉCNICOS?

La primera vez que recorrí los peligrosos caminos de Necropolis fue usando al vikingo, y la verdad, de inicio mi opinión de jugabilidad no fue buena; sí, me tomó un buen rato el acostumbrarme a los movimientos lentos y casi pasivos del personaje, y a esto se le sumó en que hay secciones en todos los niveles en donde el juego carga o salva, y es en estos instantes cuando tenemos un “tropiezo” en la animación, casi como una pausa en la imagen que nos saca inmediatamente de nuestra aventura y que nos puede dejar un sentimiento de un mal control o falta de inmersión. Por suerte luego de unas horas descubrí que el vikingo podía soportar bastante dolor, así que perdoné un poco sus lentos movimientos y esas horribles pausas.

Sobre el personaje de aspecto bandido, es como ya dije, bastante ágil y rápido, así que el juego se disfruta mucho más… aunque nos encontremos con la muerte más seguido.

Otros de los errores técnicos de Necropolis es la caída de frames en muy contadas ocasiones y que sólo duran uno o dos movimientos de nuestro personaje. Además de los clásicos enemigos dentro de las paredes, que en esta ocasión agradezco un poco, pues son más fáciles de matar.

SI LES GUSTA SUFRIR, REGRESARÁN POR MÁS

Necropolis es uno de esos juegos en donde cuando perdemos nos sentimos casi traicionados por nuestra terrible suerte, pues ¿mencioné que el juego no tiene pausa ni dentro del menú? A esto le añadimos que al morir tendremos que comenzar desde el primer nivel, por lo que perdemos toda nuestra experiencia o lo que hayamos recogido en el camino. En términos de control hace bien su trabajo, aunque si siento que el vikingo es horriblemente lento y casi es de buena suerte el toparnos con algún bug de enemigo dentro de la pared, o el clásico instante en donde se tropiezan entre ellos y alguno cae a un abismo. De cualquier forma, también es importante que Necropolis reciba una actualización para corregir las esporádicas caídas de frames, sobre todo cuando pensamos en el tipo de juego que es Necropolis.

Con una fórmula sin duda inspirada en la dificultad de Dark Souls, es claro que si tienen cierta experiencia en el título de From Software, aquí sabrán inmediatamente de qué va todo, es decir, saber cuando atacar, cuando esperar y poner guardia. Necropolis es de esos juegos que quitas al verte muerto y pensar que tendrás que empezar de nuevo, pero que luego de un rato te hace volver sólo por tener la curiosidad de intentar llegar más lejos.

Acompañado de un aspecto visual minimalista, una banda sonora muy acorde al sentimiento de misterio y peligro, y un llamativo diseño de enemigos, esperamos que Necropolis tenga una secuela más pulida; mientras tanto si les gusta sufrir, les recomiendo echarle un ojo.

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