Hatsune Miku Project Diva F 2nd | Reseña

Dicen que la música es el alimento del alma, y en el caso de muchos sucede igual con los videojuegos, no podríamos resistirnos a la mezcla de ambos. Sabemos que todos los títulos pueden o no triunfar por su musicalización, pero lo interesante se pone cuando se juega con la música, tipo Guitar Hero, Rock Band, Just Dance y otros más. Es la hora de hacer la reseña de Hatsune Miku Project Diva F 2nd, y ponernos a cantar como pubertos.

¿Quién es Hatsune Miku?

Originalmente Miku era una voz pregrabada para usar en ciertos programas de producción musical, y servía para crear a una vocalista virtual que cantara básicamente lo que quisiéramos. Con Hatsune Miku Project Diva F 2nd ya son ocho juegos en total de esta serie y así como ha ido y venido en diferentes consolas, es con la PlayStation Vita con el que nos aventamos a bailar esos dedos.

El juego consiste en ir siguiendo la voz del cantante y presionar los botones que se nos asignan, haciéndolo exactamente –de preferencia- cuando el símbolo aterriza en su similar dentro de la pantalla, o sea literalmente como en el Guitar Hero o Rock Band, con la diferencia de que no vienen cayendo, sino que vuelan en diferentes trayectorias y terminan en haciendo figuras con los demás símbolos, de aquí lo interesante de Project Diva, que no sólo es esperar a que lleguen a un lugar determinado, hay que estar persiguiendo con los ojos a la mugre cruz, cuadro, círculo o triángulo.

Agregándose a esa dificultad –divertida dificultad- están otros gestos tanto con botones como con la pantalla, pues aprovechando que es táctil, podemos usarla como si fuéramos DJ para hacer scratch con los discos –o “rayado” como quieran decirle-. Podemos usar ambos dedos, mantener notas presionando el botón, a veces dos a la vez. Cabe destacar que lo interesante del juego no dejan de ser las trayectorias de los símbolos que realmente complican el escenario, ayudadas de los videos y gráficos de fondo, donde se muestra al cantante en turno, pues no siempre es Miku, haciendo coreografías en escenarios variados, como conciertos, el campo, una oficina, una recámara, la calle y otros muchos más. Con esto se pueden imaginar el suplicio de concentrarse sólo en los símbolos y no en el fondo, pero créanme que más de una vez se van a confundir y perder la nota.

¿Cuál es la otra parte importante y confusa del juego? Los botones a presionar están sincronizados con la voz, no con los ritmos ni la música como tal. Si recordarán, en los juegos de Guitar Hero y Rock Band, se siguen las notas de cada instrumento, haciendo más sencillo el seguimiento, sin embargo aquí deberemos escuchar a la voz y no dejarnos llevar por el ritmo de los tambores, guitarras, bajo o cualquier otro instrumento que lleve el compás. Si lo hacen, sufrirán una despiadada derrota. Pero no importa, con la práctica se irán acostumbrando a esta manera de oír las canciones y reaccionar ante las voces.

Ahora que si queremos saber cómo está la parte de la dificultad, les puedo decir que en normal es como más fácil se van a acoplar al sistema, pues el modo fácil provoca bostezos y el difícil los va a hacer aventar el PS Vita por los cielos hacia un destino fatal. Sin embargo entre más difícil y mejor nuestro resultado, ganaremos más puntos de Diva, útiles para comprar decenas y decenas de chucherías en la tienda con un propósito muy a la Tamagotchi.

No sólo se trata de música

Hatsune Miku Project Diva F 2nd nos da cuarenta canciones para mejorar nuestras calificaciones y como ya les dije, darnos puntos de Diva, pero se preguntarán su uso y sí, aquí se los vamos a decir. Resulta que estos puntos nos permiten comprar vestuarios para las cantantes, mismos a usar dentro de las canciones por si queremos verlas vestidas de diferente manera – ¡Sí hay de colegiala sexy! -, luego compraremos objetos para las recámaras de cada vocalista, básicamente para acondicionarlos a como gustemos, ya sean afiches, muebles, gadgets, televisiones, aparatos de sonido y decenas de cosas más. Al ir instalando más y más objetos, se irán desbloqueando eventos, útiles para trofeos.

Pero lo que en verdad nos atañe, si y sólo si son caza trofeos de PlayStation, es la compra de regalos, ya sea comida o ítems. Son siete vocalistas en total y regalarles cualquiera de los objetos disponibles en tienda, va incrementando el afecto que sientan por nosotros –suena súper bizarro-, son cinco niveles de amistad en total y nos ayuda también acariciar sus cabezas hasta cierto punto, pues cuando no quieran más regalos o muestras de afecto, podríamos terminar cansándolos y reduciendo esos niveles. Al llegar a la cima de la amistad con cada uno, veremos trofeos obtenidos.

Es importante que cuando tengamos más puntos de Diva, compremos varias cantidades de cada tipo de regalo para estar listos cuando los protagonistas del juego ya tengan ganas de crear lazos con nosotros. Suena muy tipo “soy un fan freaky intenso con deseos de atención” pero no es así, pues podemos perfectamente alternar entre jugar tres canciones y regresar a darles regalos a los artistas y repítase hasta al infinito y más allá.

Y ya que estamos con eso de los trofeos, no son tan difíciles de conseguir, sin embargo sí debemos estar duro y duro con las canciones en todos los modos para desbloquear eventos, títulos dentro del juego, personajes virtuales, videos y objetos, todo muy servicial para la causa de la amistad con las nenas y los logros que se piden. ¿Quieren más o menos una probada de algunos trofeos martirizantes? Ver los cuarenta videos no interactivos, completar los 143 eventos, chutarse las siete presentaciones de los personajes virtuales, acabar todas las canciones en todas las dificultades… nomás para empezar, sin embargo sí vale la pena el esfuerzo, al fin y al cabo es un platino ¿no? Pues no, realmente es muy divertido y es buen pasatiempo el estar juntando todos los objetos posibles.

Música para el alma

Súper ridículo el título, pues así de ridículas son unas 5-10 canciones de Hatsune Miku Project Diva F 2nd, el resto son muy, muy, muy… MUY pegajosas, divertidas, con excelentes ritmos, otras tienes unos solos geniales de guitarra, sintetizadores muy limpios, baterías sonoras, en fin, agradables piezas musicales que si bien no las tendría como tono de celular o estaría oyendo en mi coche, sí hace muy ligera la curva de aprendizaje ya que no generan aburrición ni fastidio.

Ya viendo los videos y poniendo atención a las coreografías, se hacen muy llevaderas muchas de ellas, con conciertos y miles de personas, o a veces con las clásicas mini faldas inocentes en los personajes japoneses, melenas que llegan a la cintura, luces de todos colores, poses muy sexys, efectos visuales exagerados y toda la parafernalia que a los japoneses les encanta poner en los videojuegos. No digo que se pongan a ver los videos nomás porque sí, pero bien podrían disfrutar algunos por si son muy fanáticos de Hatsune Miku.

¿Entonces lo compro?

¿Quieren la respuesta rápida? Pues sí, sí vale muchísimo la pena aunque suene como un “juego de niñas pubertas” –por ahí oí esa descripción-, es sin duda un título divertidísimo que pone a prueba nuestros reflejos, sentido del oído, velocidad en las manos, conocimiento de los botones y una coordinación como pocos juegos. Es un gran reto para quienes buscan los platinos en PlayStation pues con 20 horas aproximadas de juego y habiendo acabado todas las canciones, puedo decirle que no he llegado ni al 50% del total de trofeos, y no por difícil, sino por extenso.

¿Valor por su dinero? Lo tiene fuera de cualquier cuestionamiento. Es súper divertido, dan ganas de seguir jugándolo, de incrementar la amistad con los vocalistas, encontrar todos los eventos y conseguir el platino. Disponible para PlayStation 3 y PS Vita, puedo decirles que no se van a arrepentir si lo que buscan es un buen reto acompañado de divertida música. No apto para amargados.

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