¿Alguien no ha jugado World of Warcraft entre los lectores? Si no lo han hecho, se me van de inmediato a mínimo ver videos de este juegazo RPG masivo en línea. No, de verdad es que es muy bueno y Blizzard lo demuestra con 10 cifras que dejan el ojo cuadrado y son testigos innegables de la altísima calidad de este título para PC. Ahora mismo es una de las razones por las que quiero adquirir un sistema de estos

Más de 100 millones de cuentas activadas. He sabido de varios casos donde ahí mismo, parejas se conocen y se casan en la vida real. Van pues.

Más de 500 millones de personajes creados por los usuarios. No nomás es la moda, sino que regresan y regresan a seguir jugando.

Máxima de 12 millones de usuarios al mes. Como es un juego donde se paga por jugar en línea, esta es la cifra récord que ha alcanzado en un periodo de 30 días.

Noviembre y sus 10 millones. Es mes previo al final de año, alcanzó los 10 millones de usuarios, o sea sí hay con quién jugar.

¿Hermandades? Más de 9 millones. Resulta que está difícil no hallar “gente con mis mismos ideales” dentro del juego, hay porque hay.

2013 dejó 1000 millones de dólares. En Blizzard son millonarios, punto.

2.3 millones de trueques diarios. Las casas de subasta llegar a tener ese total de transacciones al día, de que encuentran una arma específica, la encuentran.

Metacritic dice: 93 para WOW. No nomás es cantidad, World of Warcraft desborda calidad.

5 expansiones para no aburrirse. Si se cansan del original, tendrán The Burning Crusade, Wrath of the Lich King, Cataclysm, Mists of Pandaria y Warlords of Draenor para agregar más y más horas de juego.

Warlords of Draenor vendió 3.3 millones de copias en su primer mes. Sólo en noviembre la quinta expansión sacó bastante jugo para Blizzard.

No se dejen llevar por “la moda” o por el famoso “tren del hype”, World of Warcraft es en serio un juegazo de pies a cabeza, dispuesto a enseñar desde ceros a quienes no tengan nada de experiencia o acoger a los que vienen de otros RPG. Así que mi recomendación del día es conocerlo si no lo han hecho –después de alimentarse sanamente-.